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El Atlético arranca su pretemporada con derrota ante el Oporto y muchas incógnitas por resolver
El Atlético de Madrid volvió a calzarse las botas en su primer test veraniego ante el Oporto, y aunque el marcador (1-0) no dejó buen sabor, sirvió para empezar a sacar conclusiones. En un partido con poco ritmo y más pruebas que certezas, los rojiblancos dejaron ver algunos destellos de lo que se espera en la temporada 2025-26, marcada por la continuidad de Oblak bajo palos y el eterno 4-4-2 de Simeone.
La primera novedad importante se vio en el lateral izquierdo, donde debutó Matteo Ruggeri, recién llegado del Atalanta, y cumplidor en su primer examen con la rojiblanca. Por delante, Álex Baena, con su perfil creativo, se encargó de buscar socios en el ataque, donde se movieron Julián Álvarez y Sorloth. El gol, sin embargo, cayó del lado luso justo antes del descanso. Fue obra de Victor Froholdt, una de las grandes promesas del fútbol danés, que aprovechó una acción por el costado para soltar un zapatazo cruzado imposible para Oblak.
Durante el primer tiempo, el Atleti intentó mantener su habitual orden defensivo, aunque le costó bastante generar peligro real. Lo más cercano a un tanto fue un disparo lejano de Julián Álvarez que terminó estrellándose en el larguero, dejando claro que el argentino sigue teniendo ese punto de magia cerca del área. Mientras tanto, el Oporto, en plena reconstrucción, mostró más hambre que fútbol, pero supo aprovechar su momento.
El segundo acto fue más discreto. Simeone, como es costumbre en pretemporada, cambió a todo el equipo y dio entrada a las nuevas incorporaciones: Dávid Hancko, Marc Pubill, Thiago Almada y Johnny Cardoso, este último llamado a ser un pilar en el mediocampo tras su buen paso por el Betis. La rotación masiva hizo que el partido perdiera aún más ritmo, aunque el técnico argentino pudo ver en acción a todos sus refuerzos.
En ese segundo tiempo también destacó la actuación del joven Rodrigo Mora, canterano del Oporto de apenas 18 años, que revolucionó el ataque luso con su velocidad y descaro. Fue uno de los pocos que logró poner en apuros a la defensa colchonera y a Juan Musso, portero que acaba de ser adquirido por el Atleti este verano.
A pesar del tropiezo, el cuerpo técnico valorará estos partidos más por lo que dejan en cuanto a preparación que por el resultado. No obstante, el encuentro volvió a poner el foco en algunas piezas que no terminan de encajar. Koke, Gallagher o Lenglet tienen el cartel de duda, bien por falta de forma o por simple competencia. El Metropolitano no espera, y los que no den la talla pronto sabrán lo que es su exigencia.
Con la vista ya puesta en el choque ante el Newcastle este sábado, Simeone y su equipo saben que tienen trabajo por delante. La temporada arranca el 17 de agosto ante el Espanyol y el tiempo apremia. Además, el mercado sigue abierto y aún puede haber sorpresas. ¿Llegará algún fichaje más? ¿Se marchará alguna pieza importante? La novela del verano rojiblanco aún tiene capítulos por escribirse.
Por ahora, lo único claro es que el Atleti sigue siendo el equipo de Oblak, de la defensa férrea y del trabajo colectivo. Pero si quiere pelear por todo esta campaña, necesitará algo más. Más pegada, más claridad en ataque y, quizá, algún retoque en la plantilla. El tiempo dirá si el tropiezo en Oporto fue solo un ensayo sin importancia o la señal de que aún queda mucho por ajustar.
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