Amnistía Internacional exige a la FIFA medidas reales en derechos humanos antes de dar luz verde a las sedes de 2030 y 2034

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¿A qué precio se juega el Mundial 2030? Amnistía denuncia fallos en derechos humanos en España, Portugal y Marruecos

Amnistía Internacional (AI) lanzó una advertencia contundente sobre los derechos humanos en la organización del Mundial de Fútbol 2030, que se disputará en España, Portugal y Marruecos. En un informe reciente, la organización equiparó a estos tres países en sus carencias en derechos humanos, subrayando la necesidad de garantías "más sólidas y creíbles" para que el torneo cumpla con los estándares de la FIFA. La sorpresa es que AI pone a España y Portugal en la misma categoría que Marruecos en cuanto a preocupaciones de derechos humanos, algo poco habitual para países europeos.

Este análisis, realizado junto con la Alianza de Deporte y Derechos (SRA), establece que ninguno de los tres países ha diseñado estrategias de derechos humanos suficientes para el torneo. Según el informe, España, Marruecos y Portugal presentan situaciones de abuso policial, discriminación y violencia racista y homofóbica en sus estadios. AI alerta sobre riesgos de desplazamientos forzosos para la construcción de instalaciones y advierte que se deben adoptar medidas estrictas para evitar que estas problemáticas se intensifiquen con la llegada de un evento de esta magnitud.

Steve Cockburn, responsable de Derechos Laborales y Deporte de AI, afirmó que “si España, Portugal y Marruecos quieren que el Mundial 2030 sea un ejemplo de respeto a los derechos humanos, deben tomar acciones más firmes y demostrar su compromiso con estos principios”. Cockburn también pidió a la FIFA que frene el proceso hasta que los países garanticen una protección real de los derechos humanos, en lugar de apresurarse a confirmar la sede sin un marco sólido.

Además de la candidatura para 2030, el informe hace un llamado a la FIFA a poner en pausa la candidatura de Arabia Saudí como sede del Mundial 2034. AI denuncia serias violaciones de derechos humanos en Arabia Saudí, que van desde la explotación de trabajadores migrantes hasta la falta de derechos laborales básicos y la represión de libertades individuales. El sistema de 'kafala' en el país del Golfo, que controla a los trabajadores extranjeros, limita sus derechos y fue ya objeto de controversia en el pasado Mundial en Qatar.

El informe destaca que Arabia Saudí sigue sin implementar un salario mínimo para los trabajadores migrantes y que el país carece de derechos sindicales y de mecanismos que eviten muertes laborales, factores que convierten al país en un riesgo alto para la celebración de un evento de la envergadura de un Mundial de fútbol. La organización asegura que, sin cambios profundos, el torneo en Arabia Saudí podría traer "violaciones graves y generalizadas de los derechos humanos".

La FIFA comenzó a incluir criterios de derechos humanos en sus procesos de selección en 2026, después de los cuestionamientos recibidos en torno al Mundial de Qatar 2022, que atrajo la atención internacional sobre las precarias condiciones laborales de miles de trabajadores. Sin embargo, AI critica que estas medidas aún no son suficientemente efectivas ni aplicadas con rigor en los procesos de selección recientes.

La candidatura para el Mundial 2034 por parte de Arabia Saudí es, por el momento, la única confirmada, luego de que abandonara un proyecto conjunto con Egipto y Grecia. Mientras, la FIFA decidirá oficialmente el próximo 11 de diciembre la sede de los torneos de 2030 y 2034 en un congreso que será clave para el futuro de estas competiciones y su relación con los derechos humanos.

La candidatura de España, Marruecos y Portugal para 2030, la única en pie, también incluye la posibilidad de realizar algunos partidos en Sudamérica —concretamente en Argentina, Paraguay y Uruguay—, para conmemorar el centenario del primer Mundial. Este es otro aspecto destacado por AI, que pone sobre la mesa la complejidad logística y organizativa que estos partidos en otros continentes podrían suponer en un torneo que abarca tres países principales y tres más en una ubicación tan lejana.

Este informe de AI supone una llamada de atención importante para la FIFA, España, Portugal y Marruecos, instándolos a cumplir con sus compromisos en derechos humanos y evitar una situación similar a la que se vivió en Qatar. La organización de estos eventos no puede ser a costa de derechos fundamentales, y AI espera que estas naciones tomen las medidas necesarias para evitar un impacto negativo en la imagen del fútbol global.