El expresidente de la RFEF admite que se equivocó, pero niega haber coaccionado a la jugadora

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Luis Rubiales insiste en que el beso con Jenni Hermoso “fue consentido y sin intención de satisfacer un deseo sexual”

El pasado 11 de febrero, Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), compareció ante la Audiencia Nacional para declarar en el juicio que enfrenta por presunta agresión sexual y coacciones relacionadas con el beso que dio a la futbolista Jenni Hermoso tras la final del Mundial femenino de 2023. Durante su intervención, Rubiales afirmó estar "totalmente seguro" de que Hermoso consintió el beso y reconoció que su comportamiento no fue adecuado para alguien en su posición.

Rubiales explicó que, antes del beso, mantuvo una breve conversación con Hermoso en la que le preguntó si podía darle "un besito", a lo que ella respondió afirmativamente. "Le pregunté a Jenni si le podía dar un besito y me dijo que vale", declaró. Asimismo, admitió que, tras unos segundos, se dio cuenta de su error y que debería haber adoptado una actitud más institucional. "Yo me equivoqué y metí la pata (...) es una obviedad que reconocí desde el primer momento. Me comporté como un deportista que había ganado, uno más del grupo, y tendría que haber estado en un papel más institucional", expresó.

El exdirigente también negó haber presionado a Hermoso para que emitiera un comunicado minimizando el incidente. "Nunca he coaccionado a nadie, ni directa ni indirectamente", aseguró. Además, subrayó que el beso fue un gesto espontáneo fruto de la euforia tras la victoria y que no tuvo ninguna connotación sexual. "El beso jamás fue para satisfacer un deseo sexual", afirmó.

Por su parte, Jenni Hermoso ha sostenido que el beso no fue consentido y la fiscalía solicita una pena de dos años y medio de prisión para el exdirectivo por agresión sexual y coacciones.