La AFA explora nuevas oportunidades de captación de talentos en el extranjero a través de las academias. Este enfoque estratégico supone un nuevo panorama para todas las federaciones nacionales, siempre y cuanto se ajusten a la normativa de FIFA.
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La AFA busca talento en una laguna normativa
Tras haber conquistado la Copa Mundial de Clubes en Arabia Saudí el pasado 2023, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ha lanzado una ambiciosa iniciativa bajo su programa AFA Internacional, inaugurando academias de fútbol tanto en el continente americano, como en el europeo. En Europa, la primera academia se ha establecido el pasado mes de abril en Vallecas, Madrid, tras el acuerdo alcanzado con el Vallecas F.C., ofreciendo entrenamiento diario y actividades formativas bajo la metodología del fútbol argentino. Simultáneamente, en el continente americano, la AFA ha presentado dos academias, una en Medellín, Colombia, con la colaboración de Leones C.F. y la otra en Pembroke Pines, Miami, de la mano de Latin United F.C., todo ello como parte de su estrategia de expansión global.
Es evidente que la AFA busca expandir su presencia internacional, consolidar su marca en mercados estratégicos, capitalizar oportunidades comerciales y formar talento futbolístico a través de su metodología. Sin embargo, una de las mayores aspiraciones de la AFA es la de captar a jugadores con nacionalidad argentina que residan en los países donde se localizan las academias, atrayendo a jóvenes talentos que puedan competir con la selección nacional argentina.
Con la creación de las academias, la AFA, pretende generar un acercamiento a aquellos nacionales desplazados a países en el extranjero y que pueden ser seleccionables para representar tanto a la selección argentina como a la del país donde el joven jugador está desplazado.
Sin embargo, la creación de academias de fútbol por parte de federaciones nacionales, como la AFA, podría desencadenar en una proliferación de academias de federaciones por todo el mundo en busca de jóvenes nacionales desplazados a otros países. Es por ello, que las federaciones que utilicen esta novedosa estrategia deben cerciorarse de no incumplir las diversas normativas emanadas tanto de la FIFA, como de la legislación del país donde radique la academia.
En lo referido a la normativa de la FIFA, el artículo 19 de sus Estatutos, obliga a las federaciones miembro a administrar sus asuntos de forma independiente y sin injerencias de terceros. Lo que implica mantener una separación adecuada entre la federación y los clubes involucrados en las academias. Por este motivo es necesario delimitar cuidadosamente la independencia de la federación frente a los clubes colaboradores donde radican las academias, asegurando que las operaciones no interfieran con las funciones primarias de cada entidad. Esto incluye acuerdos claros sobre la gestión de las academias, la utilización de recursos y la distribución de beneficios.
La independencia de la federación nacional con el club anfitrión es un requisito fundamental para evitar posibles influencias. Por ello, la FIFA prohíbe a los clubes concertar un contrato que permita a terceros asumir una posición por la cual pueda influir en asuntos laborales y sobre transferencias relacionadas con la independencia, la política o la actuación de los equipos del club, pudiendo acarrear graves sanciones su incumplimiento (artículo 18 bis RETJ).
Es por ello que, aunque no parece haber prohibiciones explícitas, la AFA y otras federaciones nacionales deben operar sus academias dentro de un marco legal claro y transparente, evitando conflictos de interés y asegurando que estas actividades contribuyan al desarrollo positivo del fútbol, salvaguardando la injerencia de terceros en el mundo del fútbol, que es una de las mayores preocupaciones de la FIFA.
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