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Implementar la gestión de proyectos conlleva mayor eficacia en los despachos

En los últimos años los departamentos de servicios jurídicos han creado perfiles de Legal Project Managers por lo que, cada vez, es más habitual encontrarse con abogados con conocimientos y habilidades de project management. El objetivo de ello es el incrementar la eficiencia y la productividad de la empresa a través de la gestión de proyectos, la gestión del flujo de trabajo y de la automatización de procesos.

Transformar un despacho jurídico aplicando el management a los asuntos legales es un reto, por lo que muchos bufetes se frenan a la hora de implantar este enfoque estratégico de planificación, coordinación y control. Sin embargo, a continuación propondremos cinco ideas para poner en acción esta táctica y resolver el desafío de cómo implantar el LPM para transformar tu despacho.

• Cultura de project management en tu oficina

Cualquier implementación de métodos y reingeniería de procesos de trabajo debe contar con profesionales que entiendan los beneficios que puede aportar una gestión eficiente de los asuntos jurídicos, y con ello, saber qué es y cómo gestionar un proyecto. Pues, es fácil que la práctica de LPM falle por falta de cultura de este mismo.

• Selecciona que LPM se ajusta más a tu empresa

Al igual que todo proyecto de investigación necesita una base documental sobre la que sustentar sus ideas, antes de tener tus propias ideas y poner en marcha el LPM en tu despacho observa lo que ya se ha hecho en este nicho de mercado. Pregúntate qué necesidades quieres cubrir con el LPM y qué objetivo quieres obtener antes de poner en marcha una metodología.

• Establece las métricas

Una vez que tienes definido para qué quieres el LPM debes centrarte en las nuevas métricas que van a aportar valor a tu despacho. El sistema implantado debe generar información pero no en exceso, para ello, céntrate exclusivamente en lo que te interesa para alcanzar tu objetivo.

• Formación de los clientes

Los profesionales del despacho no son los únicos que tendrán que formarse en el proceso de transformación pues, los clientes deben adaptarse a estos cambios. Hay que localizar un nuevo modelo de partnership entre despacho-cliente creando sinergias y oportunidades de crecimiento y aprendizaje comunes. Para ello, organiza una formación de LPM en la que participen los usuarios y los miembros del bufete.

• Empieza por una prueba

Es muy difícil que en el proceso de conversión del despacho todo salga 100% bien, pero lo que jamás debe verse afectado es el servicio al cliente pues, ellos son los que valoraran nuestro trabajo y su grado de satisfacción es lo que determina la eficacia del despacho. Implantar LPM es un proceso que requiere tiempo, constancia y planificación por eso es fundamental empezar con un piloto.