Suárez ha vuelto a atacar con un mordisco, ahora ha sido a su compañero del Inter de Miami, Jordi Alba durante una tangana en el partido contra Los Ángeles FC
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Luis Suárez y otro “casi mordisco”, esta vez a su propio compañero
El Inter Miami no para de dar noticias, y no solo por lo que pasa con el balón en los pies. Esta vez, el protagonista fue nada menos que Luis Suárez, quien volvió a estar en el centro de la polémica por un gesto que nos hizo retroceder en el tiempo. Sí, hablamos de esa vieja costumbre del uruguayo: los mordiscos. Pero esta vez, lo más sorprendente es que la víctima no fue un rival... sino su propio compañero, Jordi Alba.
Todo ocurrió durante el encuentro de Cuartos de Final de la Copa de Campeones de la Concacaf entre Inter Miami y Los Ángeles FC. El equipo de Florida, liderado por Lionel Messi —autor de un doblete— logró remontar el marcador tras un arranque complicado, llevándose el partido por 3-1. Sin embargo, lo que se robó todas las miradas no fue el resultado ni los goles de Leo, sino la acción surrealista que protagonizó Suárez en los minutos finales del encuentro.
Corría el minuto 89 cuando estalló una tangana en mitad del campo. Una jugada caliente, con empujones y agarrones de por medio, derivó en un momento que no tardó en hacerse viral. En medio del barullo, las cámaras captaron a Olivier Giroud sujetando a Jordi Alba por el cuello mientras Suárez se acercaba peligrosamente a su compañero. Las imágenes en cámara lenta muestran los dientes del delantero uruguayo muy cerca del brazo del lateral español. Demasiado cerca.
¿Hubo mordisco? Técnicamente, no. ¿Hubo intención? Ahí ya entramos en terreno opinable. Mientras algunos expertos apuntan que Suárez simplemente intentaba calmar la situación, otros no compran esa versión y ven en su gesto un eco claro de su pasado más polémico. Porque no olvidemos que este tipo de acciones no son nuevas en el historial del ex del Barça, Liverpool y Ajax.
El historial “dental” de Suárez
Luis Suárez tiene un largo expediente que lo persigue. Todo comenzó en 2010, cuando jugando para el Ajax mordió en el cuello a Otman Bakkal del PSV. Aquella vez, le cayeron siete partidos de sanción. Solo tres años después, ya en la Premier League, repitió la dosis ante Branislav Ivanovic, defensa del Chelsea. El castigo: diez partidos. Y, por si fuera poco, en pleno Mundial de Brasil 2014 volvió a ser noticia al morder al italiano Giorgio Chiellini, lo que le costó cuatro meses alejado de toda actividad futbolística.
Desde entonces, Suárez había logrado dejar atrás ese comportamiento, centrando todas las miradas en su rendimiento. Pero lo ocurrido ante LAFC reabre una herida que parecía cerrada. Aunque esta vez no hubo sanción ni consecuencias oficiales, las redes sociales no tardaron en hacer su trabajo, viralizando el momento y avivando el debate.
Mientras la imagen de Suárez da la vuelta al mundo, el equipo de Miami continúa su camino en el torneo, ya instalado en las Semifinales y con la mira puesta en el título. Messi, como siempre, fue la figura, pero la noticia del día fue otra. La escena insólita entre dos excompañeros del Barça, ahora reunidos en la aventura americana, demuestra que en Inter Miami el espectáculo está garantizado, para bien y para mal.
Habrá que ver si este episodio queda como una anécdota curiosa o si termina generando algún tipo de repercusión interna. Lo cierto es que el pasado vuelve cuando menos te lo esperas, y Suárez, aunque ya no muerda... aún enseña los dientes.
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