La AFE y el Movimiento contra la Intolerancia piden castigos más severos contra los responsables de los insultos racistas

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Los ataques racistas vuelven a ser protagonistas en un estadio, esta vez durante El Clásico

El reciente Clásico, entre Real Madrid y Barcelona, ha dejado una profunda preocupación en el ámbito futbolístico, aunque esta vez no por el marcador. Los insultos racistas hacia jugadores del Barcelona, como Lamine Yamal, Ansu Fati y Raphinha, volvieron a colocar el tema de la intolerancia en el deporte en el centro del debate. Los sectores implicados, desde autoridades a organizaciones y clubes, han comenzado a movilizarse para buscar respuestas a un problema que, lejos de estar solucionado, parece en aumento.

Ángel Gabilondo, defensor del pueblo, ha tomado cartas en el asunto. En una declaración emitida el lunes, informó que ha solicitado a la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte un informe detallado sobre los pasos que se planean dar tras los lamentables incidentes en el estadio Santiago Bernabéu. La petición de Gabilondo va más allá de conocer las medidas tomadas hasta ahora; quiere que se valoren nuevas acciones y sanciones que garanticen una tolerancia cero hacia estos comportamientos.

El Real Madrid, por su parte, se ha sumado a las condenas, afirmando que ya ha abierto una investigación para identificar a los responsables de los insultos racistas hacia los jugadores del Barça. En su comunicado oficial, el club declaró su postura en contra del racismo y la xenofobia, comprometiéndose a llevar a cabo todas las acciones disciplinarias y judiciales necesarias para sancionar a los aficionados implicados. La directiva merengue ha sido clara en su posición: cualquier tipo de comportamiento racista será penalizado de forma contundente.

AFE y MCI: Medidas más severas, ¿la solución definitiva?

A esta serie de reacciones se han sumado también la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y el Movimiento contra la Intolerancia (MCI), dos organizaciones que han alzado la voz con firmeza, demandando acciones más severas. En su declaración, el presidente de AFE, David Aganzo, y el MCI han solicitado al Consejo Superior de Deportes (CSD) que convoque una reunión urgente de la Comisión Estatal para abordar nuevas medidas. Según ambas instituciones, los esfuerzos realizados hasta la fecha no están consiguiendo erradicar el racismo de los estadios, y hacen un llamado a implementar cambios drásticos, tales como reforzar la vigilancia mediante cámaras de seguridad y revisar de forma más estricta el acceso a las gradas.

La idea de utilizar cámaras en los alrededores y accesos de los estadios para mejorar la identificación de los responsables no es nueva, pero tanto AFE como MCI insisten en su urgencia. Argumentan que una mayor supervisión podría disuadir a los infractores y facilitar las acciones legales contra quienes persistan en comportamientos racistas. La asociación también se pregunta si los insultos recientes son el resultado de grupos organizados que lograron entrar en las gradas, un aspecto que pide sea investigado exhaustivamente.

LaLiga y su compromiso con un fútbol libre de odio

En paralelo, LaLiga ha condenado enérgicamente lo sucedido, y planea denunciar los incidentes ante la Sección de Odio de la Brigada de Información de la Policía Nacional. La institución también ha informado al Fiscal Coordinador de la Unidad de Delitos de Odio y Discriminación para garantizar que el caso sea investigado a fondo. LaLiga reafirma su compromiso de luchar contra cualquier forma de odio dentro y fuera de los estadios, demostrando una firme posición en defensa de un fútbol libre de racismo.

La entidad futbolística lleva años impulsando campañas en contra de la intolerancia, y ha incrementado sus esfuerzos tras episodios similares en el pasado. De hecho, en mayo de 2023 se dieron pasos significativos cuando se denunciaron insultos racistas dirigidos a Vinícius Júnior en Mestalla. Estos incidentes han llevado a LaLiga a intensificar sus políticas y colaborar estrechamente con las fuerzas de seguridad para intentar erradicar el racismo en sus competiciones.