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Summer McIntosh arrasa en la piscina: tres récords mundiales en cinco días y la sombra de Phelps ya no parece tan lejana
En apenas cinco días, Summer McIntosh ha dejado claro que lo suyo no es una promesa, es una realidad a velocidad de vértigo. La nadadora canadiense de solo 18 años ha firmado una de las semanas más espectaculares que se recuerdan en la natación moderna al romper tres récords del mundo en distintas pruebas individuales. Sí, has leído bien: tres. Y lo ha hecho en un solo campeonato nacional, dejando claro que el techo todavía está por verse.
Su última hazaña llegó en los 400 metros estilos, donde no solo ganó, sino que destrozó su propio récord. Paró el crono en 4:23.65, rebajando en más de siete décimas su anterior marca de 4:24.38 que había establecido en las pruebas clasificatorias canadienses del año pasado. Para que la dimensión del logro quede clara, este tiempo es el mejor jamás registrado en la historia de la natación femenina. Y ojo, que cinco de los seis mejores cronos también le pertenecen a ella.
Esta versión afinada de McIntosh ha tenido mucho que ver con los entrenamientos intensivos que ha realizado en Francia junto al técnico Fred Vergnoux, conocido por haber llevado a Mireia Belmonte a lo más alto. Especialmente decisivo ha sido el trabajo en el nado de espaldas, clave para su dominio en los estilos. En esta última marca, por ejemplo, recorrió esos 100 metros en 1:06.13, notable mejora respecto al 1:07.12 que hizo en su anterior récord.
“Sabía que podía hacer algo grande. Ha sido probablemente la mejor competición de mi vida. Los récords están para romperse, y eso es lo que me impulsa: saber que siempre habrá alguien intentando ir más rápido”, explicó McIntosh tras su hazaña. La frase podría haberla dicho cualquier leyenda del deporte, pero sale de una adolescente que aún ni ha tocado su pico físico.
Pero eso no es todo. En este mismo campeonato nacional, McIntosh también ha tumbado los récords mundiales de los 200 estilos y de los 400 libres, convirtiéndose en la primera nadadora desde Michael Phelps (sí, ese Michael Phelps) en batir tres plusmarcas universales en pruebas individuales dentro de un mismo evento en piscina larga. Aquello ocurrió en Pekín 2008. Desde entonces, nadie se había atrevido a rozar siquiera esa gesta… hasta ahora.
Por si fuera poco, la joven canadiense ha añadido dos récords nacionales más a su colección: uno en los 200 mariposa (2:02.26), que la deja a solo 0.45 segundos del récord mundial de Liu Zige de 2009; y otro en los 800 metros libres, con un tiempo de 8:05.07. Sí, también en esos está empezando a meter miedo.
La sensación es clara: Summer McIntosh ya no está compitiendo solo con sus rivales en la piscina, sino con la historia de este deporte. Con registros que desafían a lo que parecía inalcanzable y una versatilidad que le permite brillar en varios estilos, su nombre empieza a mencionarse junto al de los más grandes. Y aunque aún le quede mucho por nadar, lo que ya ha hecho en estos cinco días le asegura un sitio especial en los libros de récords.
Si todo sigue su curso, París 2024 (y todo lo que venga después) podría tener en McIntosh a su gran protagonista. Porque cuando una nadadora es capaz de moverse a este ritmo, la comparación con Phelps ya no es una exageración: es el punto de partida.
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