El caso de Majdov ha abierto nuevamente el debate sobre la libertad de expresión en el deporte y los límites de las normas impuestas por las federaciones internacionales
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Sancionan con cinco meses al yudoca Majdov por santiguarse en los Juegos Olímpicos
Nemanja Majdov, una de las grandes estrellas del yudo mundial, se ha quedado fuera de los tatamis por una sanción de cinco meses. ¿El motivo? El yudoca serbio fue penalizado por santiguarse justo antes de uno de sus combates en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este gesto, que para muchos puede ser un acto cotidiano o personal, ha sido considerado una violación de las normas de la Federación Internacional de Yudo (FIJ).
El incidente ocurrió el pasado 31 de julio, cuando Majdov se disponía a enfrentar al griego Theodoros Tselidis en la categoría de 90 kg. Antes de entrar en acción, Majdov hizo la señal de la cruz, algo que fue suficiente para que la FIJ lo considerara una infracción del código ético del organismo.
En los Juegos Olímpicos, el artículo 50 de la Carta Olímpica deja claro que no se permite ninguna clase de manifestación política, religiosa o racial durante la competición, pero la sanción en este caso no vino directamente del Comité Olímpico Internacional (COI), sino de la FIJ, que es la encargada de regular el yudo a nivel internacional.
El código disciplinario de la FIJ prohíbe específicamente "mostrar objetos, signos o gestos ostentosos de índole religiosa" en el tatami, tanto antes como durante los combates. Esto incluye no solo a los yudocas, sino también a entrenadores y staff. Aunque muchos ven la señal de la cruz como algo cotidiano, la FIJ consideró que Majdov rompió las reglas al santiguarse.
La reacción de Majdov
Majdov no se ha quedado callado. A través de sus redes sociales, el serbio confirmó la sanción y expresó su desacuerdo con la medida. "Hace 15 días recibí la notificación de que estaba suspendido por cinco meses por hacer un gesto religioso antes de mi combate", compartió el yudoca en un mensaje en Twitter. Además, aseguró que no tiene intención de disculparse. "El Señor me lo ha dado todo, tanto en lo personal como en mi carrera. Esto no cambiará bajo ninguna circunstancia", escribió.
Para Majdov, su fe es una parte fundamental de su vida, y no está dispuesto a dejarla de lado por las reglas del deporte. "Es una pena que un deporte tan bonito como el yudo se vea afectado por estas cosas", añadió en su mensaje, dejando claro que, aunque la sanción le aparta de la competición por varios meses, no se arrepiente de su acción.
El mensaje de Majdov en redes no pasó desapercibido. De inmediato, cientos de sus seguidores comenzaron a enviarle muestras de apoyo, con comentarios como "estamos contigo" o "amén". Sus fans han salido en defensa del yudoca, criticando lo que consideran una sanción excesiva por un simple gesto de fe.
En el mundo del deporte, los gestos religiosos son habituales. Muchos deportistas se santiguan antes de un partido o agradecen a Dios tras una victoria. Sin embargo, en los Juegos Olímpicos, las reglas son estrictas y buscan evitar cualquier tipo de manifestación religiosa o política que pueda distraer del evento deportivo en sí.
Con la sanción, Majdov no podrá participar en ninguna competición ni asistir a campamentos de entrenamiento hasta principios de 2025. Esto supone un golpe importante para su carrera, ya que se perderá varios torneos clave, incluyendo posibles clasificaciones para futuras competiciones.
El yudoca serbio había conseguido recientemente el título de campeón de Europa en 2023 y su ausencia en el circuito internacional será notoria. Con 27 años, Majdov aún está en plena forma y tiene tiempo para seguir acumulando éxitos, pero este parón forzado podría afectarle en su preparación y su ritmo competitivo.
Un debate abierto
El caso de Majdov ha abierto nuevamente el debate sobre la libertad de expresión en el deporte y los límites de las normas impuestas por las federaciones internacionales. Si bien las reglas del yudo son claras, muchos se preguntan si penalizar un gesto religioso es justo o si debería existir más flexibilidad en este tipo de situaciones.
Majdov ya ha presentado una carta de defensa para impugnar la sanción, aunque, por ahora, no parece que vaya a retractarse ni disculparse. El tiempo dirá si su apelación tiene éxito o si la FIJ se mantiene firme en su decisión.
Lo cierto es que, por el momento, Majdov tendrá que esperar fuera de los tatamis, mientras su caso sigue generando opiniones encontradas entre los aficionados y dentro del propio mundo del yudo.
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