En una coyuntura económica desfavorable, la financiación de litigios ofrece a los despachos de abogados la posibilidad de hacer crecer su negocio reduciendo al mismo tiempo riesgos. Gracias a la financiación de casos individuales y de carteras, los bufetes tienen la oportunidad de recibir el pago de sus honorarios, quitando peso al cliente y al bufete, mientras hacen crecer su negocio mediante la contratación de nuevos abogados y la retención de nuevos clientes.
Los bufetes pueden utilizar esta herramienta para gestionar mejor su negocio y centrarse en la ampliación de equipos y áreas de trabajo, al tiempo que trabajan en casos con estructuras de honorarios más creativas. La financiación de litigios es, por tanto, una herramienta que ayuda a convertir los centros de costes en centros de beneficios, transfiriendo a un tercero el riesgo asociado a su crecimiento. Las ventajas que ofrece la financiación legal son muchas, y estamos aquí para ayudar a los despachos de abogados a desarrollar todo su potencial.
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La financiación de litigios ayuda a transformar lo que tradicionalmente puede considerarse un centro de costes en un centro de beneficios
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Financiación de Litigios: Ayudando a los despachos de abogados a desarrollar todo su potencial
La pandemia de coronavirus ha causado trastornos en muchos sectores, incluido el jurídico. Los bufetes de abogados y los departamentos jurídicos internos de empresas están sufriendo reducciones de personal y, al mismo tiempo, están experimentando un aumento de los costes asociados a las reclamaciones comerciales y los litigios. Por lo tanto, se encuentran con menos recursos para hacer frente a un aumento de los factores de coste.
Esta paradoja ha creado una situación en la que los abogados necesitan buscar nuevas fuentes de capital para poder preservar su liquidez y, al mismo tiempo, trabajar en casos, retener nuevos clientes, ampliar la actividad y, en general, mejorar la gestión del negocio.
En este sentido, la financiación de litigios es una herramienta valiosa. También conocida por sus sinónimos "financiación legal" "financiación por terceros" o “third party funding”, la financiación de litigios es un instrumento que permite a un tercero independiente invertir capital en un activo legal con el fin de aumentar su valor y beneficiarse de su rendimiento. Sin embargo, la financiación de litigios tiene un significado más amplio del que pudiera atribuírsele, ya que no sólo incluye la financiación de los costes relacionados con la tramitación de una reclamación meritoria a través de su litigio, sino que también incluye la financiación de inversiones y litigios comerciales internacionales, la monetización de laudos y sentencias, y la financiación de carteras de reclamaciones de empresas y bufetes de abogados, o incluso la financiación de los propios bufetes de abogados. En todos los casos, la inversión se realiza a cambio de una parte de los beneficios que genere. Por lo tanto, la financiación de litigios ayuda a transformar lo que tradicionalmente puede considerarse un centro de costes en un centro de beneficios.
Fuente: Freepick
Los bufetes de abogados tienen mucho que ganar gracias al capital externo destinado a financiar una cartera de demandas o incluso una práctica completa, o el propio bufete. La financiación de litigios permite a los bufetes "pensar a lo grande", ya que pueden dirigirse a los financiadores para cubrir el coste total de una sola reclamación meritoria, pero también pueden hacerlo para una cartera de casos. Asimismo, los bufetes de abogados pueden recurrir a esta financiación para cubrir gastos administrativos, honorarios de abogados u otros gastos no relacionados con el negocio.
Por ejemplo, pensemos en una inversión de cartera de 8 millones de dólares iniciales para financiar un conjunto de casos en los que los abogados están en régimen de contingencia total. Estos casos deben tener siempre méritos sólidos y el bufete de abogados debe tener un historial consolidado de victorias en el tema del que se trate. El bufete puede utilizar la inversión para contratar nuevos abogados y ampliar su negocio atrayendo nuevos clientes, a medida que el bufete desarrolla esta área de especialización. Este capital también puede utilizarse para que el bufete reduzca parte de sus honorarios en contingencia, con el beneficio añadido de reducir su exposición a este tipo de riesgo. Las inversiones que se hacen en una cartera de casos también pueden convertirse en líneas que prevean el aumento de la inversión inicial para añadir casos adicionales de contingencia total al primer paquete, permitiendo que el bufete siga creciendo.
Desde otra perspectiva, también podemos pensar en un bufete que suele facturar a sus clientes con base en tarifas por horas. Imaginemos que un cliente del bufete desde hace años tiene un caso con unos méritos muy sólidos, pero este ha expresado su preocupación por los honorarios legales a los que tendrá que hacer frente para llevar a cabo la reclamación. El socio que lleva el caso sabe que el cliente no es insolvente, pero preferiría reinvertir su capital en el núcleo de su negocio a fin de generar beneficios a más corto plazo. Este socio podría sugerir que el cliente recurra a un proveedor de financiación legal para cubrir los gastos que conlleva. Un acuerdo de financiación legal permitiría al cliente proseguir con el caso sin tener que afrontar los costes y permitiéndole invertir en su negocio, al tiempo que permitiría al bufete seguir trabajando en el caso sin asumir todo el riesgo.
Como vemos, los beneficios de la financiación de litigios son múltiples y en todos los casos permite a los despachos de abogados sostener su negocio y hacer crecer su práctica, a la vez que equilibra sus riesgos. Además, los despachos de abogados que opten por la esta financiación tendrán una ventaja sobre otros despachos, ya que podrán ofrecer mejores servicios y honorarios, y hacer crecer sus prácticas.
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