Las firmas legales que tienen un chatbot se benefician de todas las ventajas que este sistema de inteligencia artificial ofrece
La comunicación es el proceso que ha utilizado siempre la humanidad para transmitir información: conocimientos, cultura, costumbres, leyes, etc. La comunicación puede darse de muchas maneras, de forma simbólica, icónica, corporal, verbal o escrita. Pero también puede ocurrir por diferentes canales. En estos tiempos, la comunicación por mensajería instantánea es uno de los canales más comunes.
Take home
El primer chatbot basado en inteligencia artificial que se desarrolló fue ‘ELIZA’ en 1966. Su creador fue el profesor Joseph Weizenbaum, quien decidió desarrollar un chatbot que actuará como un terapeuta. La función de esta herramienta era descifrar la información introducida por los usuarios para presentar una respuesta adecuada, sin embargo, ELIZA presentaba un problema: en ocasiones no era capaz de reconocer una palabra clave y la respuesta que daba era inválida para el usuario. Con el desarrollo del aprendizaje automático y el procesamiento de lenguaje natural, en la actualidad existen miles de chatbots eficaces para los usuarios y válidos para todos los sectores profesionales, incluido el sector legal.
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Los chatbots jurídicos. Todo lo que necesitas saber sobre estos asistentes virtuales
En esta sociedad digitalizada, los procesos de comunicación a través de Internet son un éxito, por eso muchas firmas legales han implantado los chatbots como herramienta de primer contacto con los clientes. Un bot conversacional es un software que simula tener una conversación una persona al proporcionarle respuestas automáticas a preguntas que realizan los usuarios.
Ofrecer un servicio de atención al cliente que sea efectivo y funcione rápidamente es uno de los pilares fundamentales del sector legal. Por eso, es habitual que cada vez más firmas legales integren un chatbot en su empresa que ayude a los clientes a resolver las dudas y preguntas legales que les surgen.
Ventajas de los chatbots
Unos de los beneficios más importantes que aportan estos bots conversacionales a las empresas es la disponibilidad para su uso las 24 horas del día, durante los siete días de la semana. Además, gestiona simultáneamente las preguntas de múltiples clientes. Esta alternativa de servicio automatizado incrementa la participación de los clientes a la vez que mejora su experiencia y también aumenta la tasa de contratación de los servicios legales.
Por otra parte, al ser un sistema de inteligencia artificial diseñado para dar una respuesta efectiva, aunque no demasiada profunda sobre la cuestión, resuelve rápidamente las dudas de los usuarios, pero sin quitar el trabajo a los abogados. Esto quiere decir que, el trabajo de los abogados no peligra por culpa de los chatbots porque hay acciones que siguen siendo fundamentales de realizar por un profesional humano. Esta herramienta sirve como apoyo, no como competencia.
Estos asistentes virtuales generan un contacto rápido y eficaz con los clientes sin la necesidad de que intervenga el personal humano. Esto se traduce en una mayor productividad para la empresa ya que los abogados no tienen que invertir parte de su tiempo laboral en responder a esas preguntas. Además, la empresa reducirá los costes en atención al cliente.
El chatbot sirve para recopilar datos básicos de los usuarios, así cuando más tarde tenga lugar una reunión entre el abogado y el cliente, el profesional legal ya tendrá información suficiente sobre el caso de esa persona gracias a las preguntas que ha suministrado al chatbot, por ejemplo, el tipo de servicio legal necesita o el presupuesto del que dispone. Todo esto ayuda a ofrecer un mejor servicio a los clientes, reducir el esfuerzo humano de los trabajadores y ofrecer una experiencia más personalizada a los clientes.
El desarrollo del chatbot
Antes de instalar este servicio, la firma legal debe tener claros los objetivos que persiguen con la incorporación de esta herramienta para que su funcionamiento sea óptimo. Una vez que la empresa conoce los objetivos le resultará más fácil decidir qué preguntas va a formular el chatbota los usuarios. El siguiente punto es concretar dónde se implantará el chatbot. Tú puedes instalarlo en varias plataformas de la empresa al mismo tiempo con el objetivo de que tenga mayor visibilidad. Será un acierto incluir el bot conversacional en la página web de la firma legal y en las redes sociales porque son los sitios online donde los clientes irán a buscar información.
Los chatbots deben tener personalidad. Ellos tienen que estar compuestos por una serie de características que ayuden a los abogados y a los clientes a cumplir con sus propósitos. La personalidad de un chatbot está determinada por la suma de los diferentes componentes que interaccionan en la relación con el usuario, estos componentes son: el nombre, el estilo visual, el trasfondo y el tono de la conversación.
- El nombre asignado al asistente virtual tiene que ser un nombre humano, pero sin que coincida con un nombre que pueda identificarse con otro servicio virtual, por ejemplo, Siri o Alexa.
- El estilo visual es la imagen del chatbot, cómo lo ven los usuarios. La cara del asistente virtual tiene que reflejar la marca de la empresa, los colores corporativos, la tipografía y el estilo del diseño. El objetivo es que los usuarios identifiquen rápidamente al asistente con la firma legal.
- El chatbot es un empleado más de tu empresa y como tal, tiene que ofrecer un buen servicio legal a los clientes.
- El tono de la conversación tiene que ser natural, como ocurriría entre dos personas. Pero cuidado, tampoco se debe hacer creer a los usuarios que el chatbot es una persona real, es importante que las personas conozcan que están manteniendo una conversación con un software, con las ventajas e inconvenientes que eso supone.
La conversación debe tener un orden coherente: inicio, nudo y desenlace. El bot debe configurarse para que una vez que termine la interacción con el usuario, le agradezca la paciencia y el interés al cliente, al igual que haría una persona física pues, el trato debe ser lo más humano posible. Esta es una de las características que se busca en la aplicación de la inteligencia artificial: dotar de personalidad y ofrecer un servicio más cercano. También se puede configurar al asistente virtual para que una vez finalizada la conversación ofrezca al cliente la posibilidad de agendar una cita con un abogado.
Conclusión
Aunque se trata de un servicio inteligente que ofrece muchas ventajas a las firmas legales, esta herramienta también puede tener fallos técnicos o quedarse anticuada a las necesidades de los clientes, por eso es importante ir perfeccionando el chatbot legal cada cierto tiempo, para corregir los posibles errores.
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