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Retribución en despachos: guía definitiva para evitar fugas de talento
La retribución de los abogados y socios no es un tema menor: define la cultura del despacho y condiciona su crecimiento. Un mal sistema genera conflictos internos y fuga de talento; un buen modelo asegura colaboración, sostenibilidad y motivación.
Para los abogados que quieren montar su primer despacho, es clave entender las tres capas que conviven en la estructura económica de cualquier firma:
PRIMERO: los Abogados asalariados (no socios) que incluyen juniors, asociados y seniors, cobran un sueldo fijo y, a veces, un bonus ligado a horas facturadas o desempeño y no participan en los beneficios.
SEGUNDO: Los socios no equity (income partners) que tienen un sueldo fijo más elevado + variable según resultados y no reparten beneficios ni asumen riesgo empresarial, pero tienen estatus de socio.
TERCERO: socios equity son los auténticos “propietarios” una vez descontados salarios y gastos del despacho, reparten el beneficio entre ellos según el sistema elegido.
Tres modelos habituales de compensación de socios
Modelo A. Híbrido sencillo por bolsas (ideal para despachos pequeños, hasta 15 socios)
30% → Bolsa de la práctica/sección que trabajó el asunto. Se reparte entre los socios de esa área según criterios: quién ejecutó, quién lideró, quién generó cross-selling.
25% → Gastos generales (overheads).
15% → Bolsa de originación (para quien trajo el cliente o el asunto).
30% → Beneficio neto, que se reparte entre los socios equity según su participación.
Tiene la ventaja es muy fácil de implementar y transparente, aunque puede quedarse corto cuando el despacho crece
Modelo B. Sistema por puntos (para despachos medianos, 10–40 socios)
Cada socio tiene puntos fijos (por categoría: junior, senior, director) y puntos variables (según aportación real). veamos seguidamente un caso:
Caso práctico (15 socios, beneficio 1,5 M €):
60% (900.000 €) se reparte fijo según categoría.
40% (600.000 €) se reparte variable de la forma siguiente:
20% por originación de clientes (quién trae negocio).
10% por ejecución de asuntos (horas, calidad, liderazgo).
10% por gestión interna (equipo, innovación, ESG).
Ejemplo:
Socio A (senior): trajo 10% de facturación y ejecutó 8% de horas → cobra 117.000 € entre fijo y variable.
Socio C (director): trajo 20% de facturación y ejecutó 10% de horas → cobra 162.500 €.
La ventaja es que equilibra justicia y mérito, pero exige
un comité de compensación y reglas claras para evitar disputas.
Modelo C. Modified lockstep con “gateways” (para firmas grandes, 40+ socios)
Aquí los socios avanzan por bandas de participación. Cada banda equivale a un % del beneficio. Veamos un caso:
Caso práctico (10 socios, beneficio 2 M €):
Banda 1: 2% → 40.000 €
Banda 3: 6% → 120.000 €
Banda 4: 8% → 160.000 €
Banda 5: 10% → 200.000 €
Un socio nuevo entra con 2%. Si cumple objetivos (traer clientes, liderar equipo, aportar negocio), puede avanzar cada pocos años hasta el 10%.
Eso da estabilidad y cultura de firma, aunque tiene el inconveniente que es menos atractivo para los grandes “rainmakers” que quieren cobrar de inmediato lo que generan.
¿Qué modelo elegir para empezar?
Despacho pequeño (2–10 socios) Modelo A (bolsas). Simple, transparente, rápido de aplicar.
Despacho mediano (10–40 socios) Modelo B (puntos). Flexible, permite reconocer múltiples aportaciones.
Despacho grande (40+ socios) Modelo C (lockstep modificado). Preserva cohesión, pero añade incentivos para el mérito individual.
Claves para que cualquier sistema funcione
Transparencia: todos los socios deben conocer las reglas.
§ Flexibilidad: revisa el modelo cada 1–2 años; lo que funciona con 5 socios no sirve con 30.
§ Métricas claras: define qué significa “traer un cliente” o “ejecutar un asunto” para evitar discusiones.
§ Gobernanza: crea un comité de compensación con rotación, actas y criterios objetivos.
§ Separación estricta: primero se pagan salarios y gastos; solo después se reparte el beneficio entre socios equity.
Conclusión
No hay un único sistema perfecto: cada despacho debe elegir el que mejor encaje con su cultura y su tamaño. Lo importante es entender que la retribución no es solo dinero, es estrategia: define si el despacho será competitivo, colaborativo y sostenible en el tiempo.
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