El expresidente de la RFEF se queda fuera finalmente de la candidatura a la presidencia de la Federación

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La Justicia rechaza suspender la inhabilitación de Pedro Rocha

Pedro Rocha, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha sufrido un nevo varapalo en su intento de recuperar la presidencia del organismo que en su día lideró.

Finalmente, la Audiencia Nacional le ha denegado la solicitud de medida cautelar para suspender la inhabilitación de dos años impuesta por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), dejándolo totalmente fuera de las elecciones presidenciales de la RFEF.

Una decisión que deja a Rocha fuera de juego

El TAD sancionó a Rocha por tres infracciones consideradas muy graves y, en consecuencia, fue multado con más de 16.000 euros por cada una de las dos primeras faltas y una inhabilitación de dos años por la restante. Lo que le impide ejercer cualquier cargo directivo en el ámbito deportivo, entre ellas las federaciones nacionales.

Sin embargo, cuando las elecciones a la presidencia se han ido acercando, Rocha ha intentado librarse de manera temporal de la inhabilitación, con el argumento de que la sanción le estaba causando un “daño irreparable”. Pues, según él, no poder optar a la presidencia de la RFEF vulnera su derecho a participar y ser elegido sin oportunidad de defender su candidatura.

No obstante, la decisión del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 2 de la Audiencia Nacional ha denegado su petición. Pues, según el juez encargado del caso, los perjuicios hacia Rocha no justifican absolverle temporalmente de su condena, ya qe podría tener impactos negativos sobre terceros.

¿Por qué rechazaron la cautelar?

La decisión del juez de no modificar la condena a Rocha se basó en el análisis de los posibles escenarios. Si le permitieran presentarse a las elecciones y fuese elegido presidente, las consecuencias podrían ser muy negativas en el futuro si, la Justcia ratificara la elección. Pues, en ese caso, todas las decisiones que Rocha hubiese tomado hasta el momento podrían ponerse en duda, afectando a la Federación y a terceros.

Pero, por otro lado, si la inhabilitación sigue en pie y, finalmente Rocha consigue anularla con una sentencia favorable, el daño causando al expresidente podría subsanarse con una compensación económica. Es decir, que aunque perdiera la oportunidad de ser presidente, sería indemnizado económicamente por los perjuicios sufridos.

Por lo que, el juez concluyó que el mal menor” es mantener la sanción y prioirzar el interés público por encima del derecho de Rocha, priorizando a su vez la estabilidad institucional.

Una resolución conflictiva

La resolución del juez ha generado cierta controversia, pues en el año 2022, en el caso del futbolista Lewandowski,  la propia Audiencia Nacional consideró que denegar una medida cautelar frente a una sanción de suspensión podría causar daños “irreparables”

Sin embargo, en este caso, el juez ha apoyado la idea de que el daño no es irreparable, ya que podría compensarse económicamente, marcando una gran diferencia entre los dos casos. Además, el juez confirmó que quitarle la inhabilitación a Rocha podría causar daños a terceros, pero nunca detalló a quienes se refería.

La sanción y su ratificación en los tribunales no solo han apartado a Rocha del cargo, sino que también refuerzan la imagen de una Federación que, tras los recientes escándalos, busca proyectar transparencia y rigor en su gobernanza.

Pedro Rocha, por su parte, tendrá que decidir si continúa peleando por su rehabilitación en los tribunales o si deja atrás esta etapa para buscar nuevos retos. Por ahora, el expresidente queda fuera de juego en una partida que, al menos de momento, parece perdida.