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Lamine Yamal levanta la mano por el Balón de Oro con una exhibición que deja tocados a Mbappé y Dembélé
En un duelo que prometía espectáculo, España no solo cumplió, sino que deslumbró. El equipo de De la Fuente se impuso con autoridad ante una Francia que terminó maquillando el resultado, pero que se vio completamente superada durante buena parte del encuentro. Y en medio del vendaval, un nombre propio se elevó por encima del resto: Lamine Yamal.
El joven del Barça firmó una actuación que puede ser decisiva en la carrera por el Balón de Oro. Ante la mirada directa de dos de sus máximos rivales por el galardón, Dembélé y Mbappé, el extremo de La Roja dejó una tarjeta de presentación de las que se recuerdan. No empezó encendido, pero cuando encontró el ritmo, nadie pudo pararle. Marcó de penalti para soltarse y, a partir de ahí, lideró una ofensiva que por momentos bailó a los galos.
El segundo tanto de su cuenta fue de videoteca: combinación rápida del equipo, pase medido de Pedro Porro y definición quirúrgica tras dejar en el camino a Lenglet. En ese instante, España ganaba 5-1 y el estadio de Stuttgart rugía con cada arrancada del ’10’.
Francia, que salió al campo con la artillería pesada, se vio sorprendida desde el primer momento. Dembélé apenas encontró espacios por su banda, más por decisión táctica de Deschamps que por falta de voluntad. El técnico insistió en encasillarlo por la derecha, cuando su mejor versión en el PSG ha sido más libre, flotando por el centro. Esta vez, ni su electricidad ni sus intentos sirvieron para cambiar la historia.
Mbappé, por su parte, encontró un pequeño respiro forzando y anotando un penalti que maquilló su actuación. Aún así, fue una noche en la que el brillo lo puso otro. Y ese otro fue Lamine, que no solo marcó diferencias, sino que lo hizo ante los dos grandes favoritos al Balón de Oro en esta temporada.
El contexto tampoco es menor: con la Liga de Naciones como el último gran escaparate antes de la entrega del Balón de Oro, el jugador del Barça sabe que tiene menos oportunidades para lucirse. Ni él ni su club estarán en el nuevo Mundial de Clubes, al que sí acudirán Mbappé con el Real Madrid y Dembélé con el PSG. Por eso, cada partido cuenta el doble para el joven talento español, y lo sabe.
En clave selección, España volvió a demostrar que tiene una generación capaz de pelear por todo. El equipo fue un rodillo ofensivo durante buena parte del partido, tocando con criterio, presionando arriba y dejando sin respuesta a una Francia que solo reaccionó cuando ya era tarde. De la Fuente parece haber dado con una fórmula que combina juventud, desparpajo y talento a raudales.
La Roja terminó sufriendo un poco más de lo esperado tras encajar un par de goles en los minutos finales, pero lo cierto es que el partido ya estaba decidido. El mensaje está claro: esta España va en serio y tiene argumentos para soñar en grande.
Pero más allá del colectivo, el nombre del día fue Lamine Yamal. Con solo 17 años, dejó claro que no le pesa ningún escenario y que no está aquí solo para aprender. Está para competir, para decidir y, quién sabe, para llevarse el Balón de Oro. Si sigue a este nivel, será muy difícil dejarle fuera de la conversación. Y lo mejor (o lo peor para sus rivales): acaba de empezar.
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