Expertos y analistas creen que es probable que Suecia y Finlandia se unan a la OTAN, siendo esta la incorporación más importante desde los países bálticos en 2004.
Artículo completo
¿Qué pasaría si Suecia y Finlandia se unieran a la OTAN?
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue fundada en 1949, después de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría, con el objetivo de construir una seguridad colectiva de los estados europeos y norteamericanos frente al peligro que presentaba la Unión Soviética. La alianza aún permanece activa y ha aumentado su membresía de los 12 originales a 30 en la actualidad.
El hecho de que la organización siga teniendo razón de ser, habiendo interferido en Yugoslavia, Afganistán y Libia, entre otros, supone una situación de tensión para con Rusia, que no simpatiza con la ampliación de la alianza. Los países limítrofes han tenido problemas para unirse o permanecer fuera del tratado, ya que Rusia interpreta tal gesto como una línea roja para el mantenimiento de la paz.
El artículo 5 de este Tratado del Atlántico Norte establece que un ataque a un miembro se considera como un ataque contra todos. Gracias a un artículo de este tipo, que originalmente fue para contrarrestar las amenazas soviéticas a las democracias liberales, se sigue protegiendo a los países más pequeños que carecen de fuerza militar.
A raíz de la actual invasión de Ucrania llevada a cabo por Rusia, tanto los ciudadanos de Finlandia como los de Suecia, que se encuentran geográficamente muy cerca de la frontera rusa, han virado la opinión pública a favor de la adhesión a la OTAN. Las encuestas han dado como resultado que el 61% de los finlandeses y el 51% de los suecos están dispuestos a convertirse en miembros del tratado, el momento ha llegado.
Los trámites de este tipo nunca son fáciles ni rápidos. Hasta ahora, Finlandia parece más segura y avanzando que la vecina Suecia, habiendo ya presentado el asunto al Parlamento, que lo ha aprobado cómodamente y anunciado la solicitud para el 17 de mayo.
El proceso de incorporación a la OTAN es el siguiente: la organización tiene una política de puertas abiertas de modo que cualquier país europeo puede solicitar la entrada, técnicamente no se trataría de una solicitud al uso sino una expresión de interés a la que los miembros responden por acuerdo unánime con una invitación formal para unirse (al país solicitante).
En detalle, los gobiernos informan formalmente a la OTAN su voluntad de unirse, luego el Consejo se reúne para autorizar (por consenso) al Secretario General, quien más tarde se encargaría de extender invitaciones a los ministros de Relaciones Exteriores.
Luego éstos negocian las obligaciones políticas, legales y militares. Para Finlandia y Suecia, la mayoría de estos requisitos ya se cumplen: sistemas democráticos en funcionamiento basados en la economía de mercado, cuidado de las minorías, compromiso para resolver conflictos pacíficamente y relaciones civiles-militares democráticas.
Considerando casos anteriores, algunos países han tardado hasta veinte meses en convertirse finalmente en miembros de la alianza, sin embargo, en la situación actual se espera pasar de las negociaciones directamente a las ratificaciones (que deben ser de treinta estados miembros). Finalmente, si se aprueba, los aspirantes reciben una invitación formal para unirse.
El porqué de que estas dos naciones no se hubieran sumado antes, responde a razones históricas. Suecia mantiene una política de neutralidad desde el siglo XIX, habiendo permitido que las tropas nazis cruzaran su territorio hacia Finlandia y justo después acogiendo a refugiados judíos. En el caso de Finlandia, es un poco más complicado ya que sus lazos con la vecina Rusia han sido más estrechos; se independizó después de la revolución bolchevique pero luego tuvo un Acuerdo de Amistad durante casi todo el siglo XX.
"Todo cambió cuando Rusia atacó a Ucrania. Y personalmente creo que ya no podemos confiar en que habrá un futuro pacífico al lado de Rusia. [Unirse a la OTAN es] un acto de paz [para que] nunca más haya una guerra en Finlandia en el futuro", dijo la Primera Ministra finlandesa, Sanna Marin.
Suecia no precisa la aprobación del Parlamento y su Primera Ministra, Magdalena Andersson, también ha confirmado que "para garantizar la seguridad de los suecos, la mejor manera de avanzar es unirse a la OTAN junto con Finlandia".
Estos dos países son modernos y poseen fuerzas capaces, además de que acaban de aumentar sus gastos militares a la vista de la invasión rusa. Específicamente Finlandia, tiene una población pequeña pero no olvida su frontera compartida con Rusia, por lo que tiene la fuerza de reserva más grande de Europa. También Suecia ha estado fortaleciendo su defensa territorial y ambos han trabajado junto a los EE. UU. y la UE en varias operaciones de crisis internacionales.
Expertos y analistas creen que es probable que Suecia y Finlandia se unan a la OTAN, siendo esta la incorporación más importante desde los países bálticos en 2004. Leo Michel, exdirector de política de la OTAN en el Pentágono, sugiere que su incorporación mejoraría efectivamente las capacidades de la OTAN en las regiones delÁrtico, Nórdico y Báltico, así como ubicación estratégica en un escenario de agresión.
Después de décadas de neutralidad y en nombre de sus propios intereses, Suecia y Finlandia básicamente obtendrán la defensa bilateral del tratado ya mencionada en el artículo 5, de lo contrario se encontrarían en situación de vulnerabilidad ante el ataque de una gran potencia.
Sin embargo, debido al hecho de que la OTAN es una alianza de armas nucleares, a lo cual estos dos estados se oponen ideológicamente, Rusia ha planteado amenazas de acabar con el estatus libre de armas nucleares en el Báltico si finalmente decidieran unirse. “La expansión de la OTAN no hace que el mundo sea más estable y seguro [la reacción de Rusia dependería de] cuán lejos y cuán cerca de nuestras fronteras se mueva la infraestructura militar”, fueron palabras de Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin.
Otra dificultad derivada de esta posibilidad de incorporación proviene de Turquía, miembro de la OTAN que ha mostrado disconformidad con Suecia y Finlandia. El presidente Erdogan los ha acusado de apoyar a las milicias kurdas, consideradas por Turquía como organizaciones terroristas. Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, confía en que se llegará a un consenso.
Comentarios
Enlaces relacionados
Menú principal