La justicia terapéutica constituye una corriente interdisciplinar que examina el derecho y los procesos judiciales desde sus efectos psicológicos, emocionales y sociales. Concebida inicialmente por David B. Wexler y Bruce J. Winick en la década de 1980, plantea que las normas jurídicas y la actuación de los operadores del sistema pueden ser agentes terapéuticos o antiterapéuticos. Este artículo revisa los fundamentos conceptuales, aplicaciones prácticas, vínculos con la justicia restaurativa y desafíos futuros de este enfoque, con énfasis en la humanización del derecho y en la necesidad de incorporar perspectivas interdisciplinarias. Asimismo, se incluyen aportes recientes que evidencian la expansión de este paradigma en ámbitos como la justicia penal, civil, médica y penitenciaria.
Artículo completo
Justicia terapéutica: hacia un derecho que también sana
Introducción
La justicia suele concebirse como un mecanismo neutral de normas y sanciones, pero la práctica demuestra que produce efectos emocionales y sociales relevantes. La justicia terapéutica, también conocida como therapeutic jurisprudence, surge como un campo de estudio y práctica que evalúa el impacto del derecho en la salud emocional y psicológica de las personas. Desde sus inicios, se ha concebido como un marco que no sustituye al debido proceso, sino que lo complementa mediante una mirada orientada al bienestar, la rehabilitación y la cohesión social (Wexler, 1990). Hoy en día, investigaciones recientes demuestran que esta perspectiva ha permeado nuevas áreas, desde la resolución de disputas médicas hasta la protección de menores, confirmando su vigencia y capacidad de transformación (Kierstead, 2025; Reading University, 2025).
Fundamentos conceptuales
El concepto de justicia terapéutica fue desarrollado en los años ochenta por David B. Wexler y Bruce J. Winick, quienes destacaron la dimensión psicológica y emocional del derecho. Según su planteamiento, las normas y procedimientos pueden funcionar como agentes terapéuticos cuando favorecen la confianza, la rehabilitación y la dignidad, o como agentes antiterapéuticos cuando generan sufrimiento innecesario o estigmatización (Wexler, 1992; Winick & Wexler, 2003). Wexler propuso la metáfora de la “botella y el líquido”: las normas jurídicas son botellas cuyo contenido —el modo de aplicarlas— depende de los profesionales del derecho, que pueden optar por prácticas constructivas o dañinas.
La justicia terapéutica propone integrar consideraciones psicológicas y sociales al análisis jurídico sin menoscabar garantías fundamentales. En los últimos años, se ha ampliado su fundamentación teórica con aportes de la ética del cuidado, que refuerza su dimensión normativa y subraya la importancia de la sensibilidad hacia la vulnerabilidad de los justiciables (Tandfonline, 2025). Asimismo, estudios recientes destacan la necesidad de adaptar este marco a colectivos específicos, como las personas con discapacidad, para garantizar un acceso más inclusivo y equitativo a los procedimientos judiciales (Segal, 2025).
Enfoque interdisciplinar
La justicia terapéutica requiere la colaboración de disciplinas como la psicología, la psiquiatría, la sociología, el trabajo social y la pedagogía. Esta interdisciplinariedad es esencial para comprender la complejidad de los conflictos legales y sus repercusiones en la vida de las personas. Entre los principios básicos se destacan la empatía, la escucha activa, el respeto a la dignidad y la actitud positiva de los operadores jurídicos. El juez, el fiscal o el abogado dejan de ser figuras distantes para convertirse en agentes relacionales, capaces de generar confianza y facilitar la participación de las partes.
La literatura más reciente enfatiza además la importancia de prácticas judiciales sensibles al trauma, particularmente en contextos como los procesos de protección de menores, donde las decisiones pueden afectar de manera determinante el desarrollo emocional de los niños (Kierstead, 2025). Este enfoque muestra cómo el derecho puede reducir la revictimización si incorpora un lenguaje compasivo y técnicas de comunicación adecuadas.
Aplicaciones prácticas
Una de las expresiones más relevantes de la justicia terapéutica son los tribunales de tratamiento de drogas, creados en Estados Unidos en la década de 1980 y replicados en diferentes países. Estos tribunales abordan el delito como un problema de salud pública, priorizando la rehabilitación sobre la sanción. En ellos, el juez asume un rol activo dentro de un equipo interdisciplinar que integra psicólogos, trabajadores sociales y profesionales de salud. Estudios han demostrado que este modelo reduce significativamente la reincidencia y resulta más eficiente que la pena tradicional (Marlowe, 2010).
Además de los tribunales de drogas, la justicia terapéutica se ha expandido hacia áreas como el derecho de familia, donde los procesos de divorcio o custodia pueden gestionarse de forma menos hostil y más constructiva; el derecho juvenil, que privilegia intervenciones educativas sobre sanciones punitivas; y el derecho penitenciario, donde experiencias como la prisión terapéutica de Grendon en el Reino Unido muestran cómo los programas psicoterapéuticos pueden mejorar la rehabilitación y reducir la reincidencia (The Guardian, 2024).
Asimismo, la justicia terapéutica ha encontrado aplicación en la mediación de disputas médicas, donde la flexibilidad, la participación voluntaria y la orientación al bienestar de las partes permiten resolver conflictos de manera más constructiva (Cambridge University Press, 2025)
Justicia terapéutica y justicia restaurativa
La justicia terapéutica mantiene una estrecha relación con la justicia restaurativa, aunque se enfocan en dimensiones diferentes. La justicia restaurativa pone el acento en la reparación del daño, la participación voluntaria y la búsqueda de consensos (Zehr, 2002), mientras que la justicia terapéutica se centra en los efectos psicológicos y emocionales de los procesos judiciales sobre las personas. Sin embargo, comparten principios comunes como la humanización del derecho, el diálogo respetuoso, la equidad procesal y la orientación hacia la reconstrucción social.
Estudios recientes sugieren que la integración de ambos enfoques puede generar sinergias particularmente eficaces. La práctica restaurativa refuerza la dimensión relacional y colectiva del proceso, mientras que la terapéutica asegura que los resultados promuevan el bienestar emocional y la salud psicológica de las partes. Esta convergencia ha sido especialmente visible en programas de justicia juvenil y comunitaria, donde se busca al mismo tiempo la reparación del daño y la rehabilitación de los infractores.
Retos y perspectivas futuras
El avance de la justicia terapéutica enfrenta múltiples desafíos. Es fundamental fortalecer la formación de jueces, fiscales y abogados en habilidades de comunicación empática y psicología aplicada. Igualmente, se requieren protocolos de actuación que clarifiquen los roles en equipos interdisciplinares, así como métricas de evaluación empírica que permitan demostrar la eficacia del enfoque y evitar sesgos en su implementación.
Uno de los principales retos es el cultural: aún predomina una visión reduccionista de la justicia como aparato sancionador. Superar esta concepción exige sensibilización social y reformas institucionales que permitan integrar de manera sistemática prácticas restaurativas y terapéuticas. Propuestas recientes apuntan a la expansión de tribunales especializados con enfoque de resolución de problemas y a la incorporación del actor “theralegal”, que combina el conocimiento jurídico con saberes terapéuticos (Cohen, 2024).
La tendencia actual también se dirige hacia la consolidación de prácticas judiciales sensibles al trauma, la atención a poblaciones vulnerables y la creación de entornos procesales más inclusivos. Estas iniciativas muestran que el campo no solo está en expansión, sino también en constante renovación.
Conclusión
La justicia terapéutica representa un cambio de paradigma en el derecho contemporáneo. Propone entender la justicia no solo como un sistema regulador y sancionador, sino también como un instrumento capaz de sanar, rehabilitar y fortalecer la cohesión social. No pretende debilitar las garantías procesales, sino enriquecerlas con una perspectiva más humana y eficaz.
En un contexto donde la justicia suele percibirse como distante o fría, este enfoque devuelve centralidad a las personas, recordando que cada caso judicial es también una historia humana. Su mayor aporte es ofrecer un modelo de derecho que, además de resolver conflictos, contribuye al bienestar individual y colectivo. La incorporación de enfoques recientes —ética del cuidado, prácticas sensibles al trauma, accesibilidad para personas con discapacidad y modelos penitenciarios terapéuticos— confirma que la justicia terapéutica no es un marco estático, sino una propuesta en evolución que sigue ganando relevancia en el siglo XXI
- Cambridge University Press. (2025). Securing therapeutic justice through mediation: The challenge of medical treatment disputes. Legal Studies.
- Cohen, I. (2024). Theralegal: Reimagining discretion through therapeutic jurisprudence. Journal of Health Care Law & Policy, 27(1).
- Kierstead, S. (2025). Trauma-informed judging in child protection cases. Osgoode Digital Commons.
- Marlowe, D. B. (2010). Research Update on Adult Drug Courts. National Association of Drug Court Professionals.
- Segal, M. (2025). Disability and therapeutic justice in civil proceedings. International Social Work.
- Tandfonline. (2025). Ethics of care and therapeutic justice. Criminal Justice Ethics.
- The Guardian. (2024, December 18). Inside HMP Grendon, the world’s first therapeutic prison.
- Wexler, D. B. (1990). Therapeutic Jurisprudence: The Law as a Therapeutic Agent. Carolina Academic Press.
- Wexler, D. B. (1992). Therapeutic Jurisprudence and Changing Conceptions of Legal Scholarship. Behavioral Sciences & the Law, 10(1), 17–29.
- Winick, B. J., & Wexler, D. B. (2003). Judging in a Therapeutic Key: Therapeutic Jurisprudence and the Courts. Carolina Academic Press.
- Zehr, H. (2002). The Little Book of Restorative Justice. Good Books.
Modelos referentes en justicia terapéutica y restaurativa
Oceanía
Nueva Zelanda: Pionera en Family Group Conferences (conferencias de grupo familiar) desde 1989, aplicadas a justicia juvenil y ahora también en adultos.
Australia: Programas estatales de justicia restaurativa en Territorio Capitalino (ACT) y Nueva Gales del Sur, con enfoque comunitario y terapéutico.
Estados Unidos
Drug Treatment Courts (Tribunales de Tratamiento de Drogas): Nacieron en Miami en 1989 y hoy hay más de 3 000 en todo el país. Son tribunales que ofrecen tratamiento de adicciones en vez de cárcel.
Mental Health Courts: En estados como California, Nueva York o Florida se aplican a personas con enfermedades mentales que cometen delitos menores.
Restorative Justice Programs: En comunidades como Colorado, Minnesota o Vermont se utilizan círculos restaurativos en escuelas y tribunales juveniles.
Canadá
First Nations and Indigenous Courts: Integran prácticas restaurativas y terapéuticas con valores de pueblos originarios. Ejemplo: Gladue Courts en Ontario, que consideran el contexto cultural y social de acusados indígenas.
Amplio uso de drug treatment courts en ciudades como Toronto, Vancouver y Ottawa.
Europa
Noruega: Reconocida por su sistema penitenciario con enfoque terapéutico y restaurativo (prisiones como Halden).
Reino Unido: Se aplican programas de restorative justice en justicia juvenil, sobre todo en Inglaterra y Gales.
América Latina
Argentina: Provincias como Mendoza y Buenos Aires han impulsado proyectos de justicia restaurativa en menores y violencia intrafamiliar.
Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, México: tienen Tribunales de Tratamiento de Drogas (TTD) inspirados en el modelo estadounidense, bajo coordinación de la CICAD-OEA.
Principales instituciones Académicas y Clínicas Jurídicas
1. University of Wisconsin Law School – Restorative Justice Project (RJP)
Este proyecto involucra a estudiantes de Derecho en prácticas restaurativas reales, incluyendo cortes restaurativas juveniles, programas en prisiones y escuelas, y diálogo entre víctimas y ofensores como alternativa al modelo punitivo tradicional.
2. University of Illinois Chicago (UIC) Law – Restorative Justice Project
Ofrece un plan formativo que combina teoría y práctica: los estudiantes participan en círculos restaurativos, charlas pacificadoras, visitas a tribunales y cárceles, y colaboran con comunidades de bajos ingresos para promover el cambio.
3. Northeastern University School of Law – Civil Rights and Restorative Justice Project (CRRJ)
Este proyecto interdisciplinar combina enseñanza, investigación y políticas públicas para abordar temas como raza, historia, justicia penal y sanación colectiva en EE.UU.
4. Eastern Mennonite University – Center for Justice & Peacebuilding (CJP)
Este centro de posgrado en Virginia (EE.UU.) ofrece programas en justicia restaurativa, transformación de conflictos y sanación del trauma, con fuerte énfasis en la formación de líderes para la reconciliación social.
5.Lewis & Clark College (EE.UU.)
Desde 2012, ofrece cursos semestrales que reúnen a 15 estudiantes universitarios y 15 personas encarceladas en el Columbia River Correctional Institution el enfoque interdisciplinar abarca temas como historia, literatura, teatro y arte, culminando en proyectos colaborativos y un ambiente de diálogo profundo
6. Temple University (EE.UU.)
Es la casa matriz e impulsora del programa Inside-Out Prison Exchange, establecida en Filadelfia en 1997 Desde entonces, ha formado una red internacional con más de 150 instituciones educativas y más de 200 instituciones penitenciarias.
Comentarios
Enlaces relacionados
Menú principal
