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El autor enfatiza en la importancia de que los equipos de trabajo tengan esperanza ante situaciones difíciles

La semana pasada, mientras entrenaba a uno de mis clientes, su situación me hizo reflexionar. Había llegado a ese estado de desesperanza con lo que está ocurriendo con la pandemia de la Covid-19. Entonces recordé una historia que leí hace unos años sobre Curt Richter en los años 50. Curt Richter era, un profesor de Johns Hopkins que hizo un famoso experimento de psicología con ratas ahogadas. Este experimento, aunque fue cruel, tuvo profundas lecciones para las circunstancias como ahora, ya que demostró el poder de la esperanza y la resiliencia para superar situaciones difíciles. Aquellos que son sensibles a los temas de crueldad animal puede que no quieran seguir leyendo este artículo, pero el mensaje principal no es sobre esa crueldad, sino sobre nuestra capacidad de empujarnos a nosotros mismos más allá de nuestras capacidades percibidas.

En sus experimentos psicológicos de las ratas ahogadas, los trabajos de Curt se centraron en el tiempo que tardan las ratas en morir ahogadas. Lo hizo colocando ratas en cubos llenos de agua y viendo cuánto tiempo sobrevivían. Introdujo una serie de variables en el experimento, que dieron algunos resultados interesantes. Por ejemplo, experimentó con ratas domésticas y salvajes. La primera serie de experimentos fue con las domésticas, que duraron entre dos y 15 minutos en los cubos. Algunas nadaban inicialmente por la superficie, luego se sumergían en el fondo del cubo y exploraban lo que había allí durante un rato. Duraron un total de dos minutos antes de ahogarse. Otros exploraban inicialmente la superficie del agua y seguían nadando allí antes de sucumbir finalmente al agotamiento y ahogarse.

Con las ratas silvestres hacía lo mismo. Las ratas salvajes son excelentes nadadoras y se esperaba que lucharan duro por su supervivencia. A pesar de su buena forma física y su capacidad de nadar, ninguna de las 34 ratas salvajes sobrevivió más de unos minutos.

Curt reflexionó sobre la causa de que las ratas se rindieran y se ahogaran.

En sus propias palabras dijo: "La situación de estas ratas... es más bien de desesperanza... las ratas se encuentran en una situación contra la que no tienen defensa... parecen literalmente 'rendirse'".

Con esto en mente, Curt decidió experimentar más. En su última serie de experimentos se centró en el impacto que tendría la introducción de la esperanza en la perseverancia de las ratas en los cubos. En estos experimentos, la hipótesis de Curt era que la introducción de la esperanza en las ratas aumentaría su tiempo de supervivencia. Para comprobar su hipótesis, seleccionó un nuevo conjunto de ratas, todas ellas similares entre sí, y las introdujo en los cubos como anteriormente. Las observó a medida que avanzaban hacia el ahogamiento. Esta vez, sin embargo, anotó el momento en que se rendían y, justo antes de que murieran, las rescató. Los salvó y los sostuvo durante un tiempo para que se recuperaran por completo.

A continuación, las colocó de nuevo en los cubos y comenzó de nuevo los experimentos. Observó que esta vez, cuando las ratas fueron colocadas de nuevo en el agua, nadaron y nadaron durante mucho más tiempo que la primera vez que fueron colocadas en los cubos. Lo único que había cambiado era que se habían salvado antes y por eso tenían esperanza esta vez.

Curt escribió que "las ratas aprenden rápidamente que la situación no es realmente desesperada" y que "tras la eliminación de la desesperanza las ratas no mueren".

¿Qué puede significar esto para la gente en general?

Aunque no se quiera asumir que los humanos responderían de la misma manera que las ratas, hay una lección que aprender y como humanos podemos aprender mucho de estos experimentos. Cuando las personas tienen esperanza, tienen mayores niveles de perseverancia. Seguirán luchando cuando sientan que hay una posibilidad de éxito o de rescate. Cuando no tienen esperanza, no lo harán.

La cuestión es que un rayo de esperanza puede ser algo poderoso.

Desde el punto de vista del trabajo, estas conclusiones pueden interpretarse como que las personas seguirán siendo resistentes y continuarán perseverando ante situaciones difíciles, siempre que tengan esperanza. Si las personas creen que el futuro será un lugar mejor y sienten que los demás están ahí para ayudarles, pueden ser capaces de superar las situaciones difíciles. La importancia de la creencia aquí es muy crítica.

Aunque los resultados de experimentos como los realizados por Curt no se pueden trasladar necesariamente a los seres humanos, se puede generalizar que las personas de tu equipo serán fuertes y resistentes, siempre que les des esperanzas de un futuro mejor. Dicho esto, las conclusiones de estos experimentos son muy interesantes. En general, se puede considerar que la esperanza conduce a una mayor capacidad de recuperación y se piensa que esto es así tanto en los seres humanos como en las ratas. Si esa esperanza se extingue, los seres humanos dejarán de luchar por ti, por su supervivencia y/o por lo que sea. Además, nuestra resiliencia puede ser un factor importante para nuestro bienestar, tanto en la vida como en el trabajo.

En conclusión, recordemos que gran parte del papel del liderazgo es ayudar a las personas a sentirse valoradas, respetadas, apoyadas y esperanzadas sobre su futuro. Creo que para la mayoría de las personas no ha habido un momento mayor que el actual en el que ese apoyo y la provisión de esperanza hayan sido tan necesarios. Además de la pandemia, sigue habiendo tantas situaciones de desamparo en las que se necesitan los mensajes de esperanza de los líderes. Ahora es ese momento en el que es importante proporcionar resiliencia y esperanza a tu equipo.