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Las tecnologías existentes son el camino para trabajar de forma más eficiente con el objetivo de mejorar la productividad y la rentabilidad

El crecimiento de los equipos jurídicos internos continúa. Los despachos de abogados persiguen más clientes y operan en un mercado cada vez más competitivo. En el Informe sobre el Estado de la Industria 2021, publicado recientemente por CLOC, el 39% de los departamentos jurídicos declararon haber trasladado más trabajo a la empresa. También informa de que, aunque el rendimiento de los despachos de abogados actualmente sólo es revisado por el 27 % de los departamentos jurídicos, mientras que el 47 % declaró que quiere implementar un proceso de revisión formal.   

¿Qué significa esto para los abogados?  

Al revisar una factura, los clientes esperan claridad y un informe preciso del tiempo invertido. Esto ha llevado a algunos clientes a debatir el mérito de la hora facturable, solicitando acuerdos de honorarios alternativos. Algunos abogados han incrementado las cancelaciones a medida que se examinan sus ineficiencias. Sin embargo, la solución más sencilla no requiere una revisión de las prácticas de facturación de un despacho, ni exige que los abogados sacrifiquen más horas de trabajo para compensar menos horas facturables. Los abogados pueden satisfacer las crecientes demandas del cliente y seguir estando en casa para cenar si aprenden a aprovechar la tecnología para trabajar de forma eficiente.

El año pasado, los profesionales del derecho han tenido que responsabilizarse más de sus propias habilidades digitales, ya que ese útil colega experto en tecnología ya no está cerca. Trabajar a distancia sigue requiriendo que el tiempo y sus actividades asociadas se registren con precisión. Los documentos siguen necesitando ser formateados correctamente y archivados con los correos electrónicos en una ubicación segura y apropiada. Las herramientas de colaboración son más esenciales que nunca, tanto con los compañeros como con terceros. Las herramientas de comunicación deben utilizarse correctamente y los datos de los clientes deben estar protegidos.

Chris Bull, consultor de gestión jurídica y autor de The Agile Law Firm, cree que "las herramientas y habilidades para que los abogados reduzcan drásticamente el tiempo administrativo y sin valor añadido que dedican cada día, gran parte del cual se considera actualmente "no facturable", están aquí ahora mismo; simplemente, la mayoría no lo ha reconocido todavía ni se ha esforzado seriamente por aprovecharlas; y los beneficios tienen que ver con el bienestar personal tanto como con las finanzas de la empresa."

Otra encuesta que acaba de publicar Aderant afirma que "a pesar de haberse adaptado fácilmente para mantener sus negocios operativos durante la pandemia, los dos principales retos citados por los despachos, la eficiencia operativa y la adopción de la tecnología, se mantuvieron. Los retos del año pasado fueron una llamada de atención para que los bufetes se dieran cuenta de que las cuestiones de eficiencia, la mejora de los procesos y la adopción de la tecnología requerían una mayor inversión".

Estos retos fueron la razón por la que se desarrollaron las competencias básicas de LTC4™ hace más de una década. Sus planes de aprendizaje reflejan los flujos de trabajo que deben realizarse de forma más eficiente para mejorar la productividad. La certificación de LTC4 es la única acreditación estándar del sector que reconoce y demuestra a los clientes que la mejora de los procesos y la adopción de la tecnología forman parte del ADN de una empresa. Las pequeñas mejoras marcan grandes diferencias en la productividad y la rentabilidad.  

Este sencillo gráfico muestra exactamente cuánto tiempo se puede ahorrar trabajando de forma más inteligente con las tecnologías existentes... ahorrar 30 segundos al día equivale a 10 horas al año por abogado.