Cuando el marketing coopera con la abogacía
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No es ningún secreto que el sector legal está cambiando y aportando nuevos contornos y que los abogados están añadiendo otras habilidades
La globalización y el mercado exigen más calidad que la simple abogacía. Conocer la legislación y hacer un buen trabajo es una premisa y no un diferencial.
Por ello, el marketing jurídico se ha convertido en una herramienta importante en la era digital y de las redes sociales.
En Brasil, por ejemplo, hay 1 abogado por cada 176 habitantes y hay aproximadamente 1 millón y 200 mil abogados.
El contingente de abogados y la consiguiente competencia requieren algo más que técnica. Hay que destacar entre la multitud.
Aunque algunos consejos profesionales prohíben la práctica del Marketing explícito en Brasil, muy diferente de lo que ocurre en el escenario americano, es aceptable que los abogados generen contenido en sus canales de comunicación como páginas web, conferencias, Instagram, Facebook y LinkedIn, por ejemplo.
No está permitido hacer publicidad de los clientes, sin embargo, es posible dar consejos al público, contar algunos casos, republicar artículos en los que se mencionó la oficina, publicar artículos que agregan valor a los seguidores y estimular la discusión y la reflexión de los que siguen los perfiles.
El marketing jurídico puede ser más complejo debido a las reglas, sin embargo es esencial mantener una línea con el público objetivo.
Los bufetes de abogados son definitivamente empresas que merecen atención como cualquier otra.
Las grandes corporaciones brasileñas tienen departamentos de marketing medianos y grandes y los pequeños se han interesado en el tema implementando políticas, especialmente durante la pandemia.
El distanciamiento social impuso un nuevo modelo de interacción con los clientes y de integración con posibles stakeholders sin precedentes, anticipando una clara tendencia del mercado.
El número de despachos que contratan trabajos de comunicación y marketing ha crecido y parece que es algo que ha llegado para quedarse.
La elegancia, el tradicionalismo y la ética del abogado pueden y deben mantenerse cuando utiliza el marketing en su beneficio y arroja luz sobre lo que a menudo es un trabajo extenuante.
Uno de los consejos que siempre doy a quien quiere difundir contenidos es que intente hablar a la gente sin utilizar la jerga de la profesión.
Para muchos lectores que no están formados en el área, es importante que el texto sea lo más sencillo posible y sin el uso de términos técnicos.
Es un consejo sencillo, pero si no estás en un canal especializado o no te diriges a abogados, tienes que entender que menos es más.
Con una vida ajetreada, no es fácil que el abogado se detenga a escribir a otros interlocutores, pero es importante destacar que la competencia y el momento imponen una adaptación a los nuevos tiempos.
Al menos en Brasil es difícil ver a alguien que no tenga al menos un perfil en alguna red social. Parece que realmente es un camino sin retorno y es necesario estar al tanto de estos cambios en el comportamiento humano para crecer en cualquier profesión.
El ejercicio de la abogacía se ha ido modernizando y aunque generalmente sigue las nuevas costumbres de forma más lenta, no cabe duda de que el profesional necesita estar constantemente actualizado.
Diseñar nuevos caminos es esencial para sobrevivir profesionalmente y para demostrar que la abogacía puede ser accesible y más democrática.
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