¿Prefieres que un robot o una persona te defienda en un tribunal?
¿Pueden los abogados y profesionales del sector legal ser reemplazados por un robot? Esto suena futurista, raro y distópico, pero el uso de la inteligencia artificial (IA) se ha estandarizado entre la comunidad legal.
Lo que se ha identificado como el primer robot legal, es una aplicación llamada DoNotPay. Su creador, Joshua Browder, ha explicado que ayuda a los usuarios a redactar contenidos legales. Para usarlo correctamente, la persona debe escribir en el chatbot de qué se trata el problema y luego la aplicación sugerirá cuál cree que es la mejor solución y lenguaje legal para emplear.
La aplicación de Browder es de su empresa, que actualmente tiene su sede en Silicon Valley en California, pero sus orígenes se remontan a la capital de Inglaterra, Londres. El uso de este tipo de software se normalizó entre la población británica y dio un paso más a los EE.UU. La información que tiene en su base de datos puede resolver problemas y redactar borradores sobre reclamos de seguros, solicitud de visas de turista, cartas de queja a una empresa o autoridad local, recuperar dinero por un viaje que una persona no pudo realizar o cancelaciones de la membresía del gimnasio.
Razones para no temer a los robots
La población y algunos abogados podrían temer el uso de estas aplicaciones en robots para facilitar algún proceso legal, sin embargo, no es un pensamiento lógico porque no va a reemplazar a ninguna persona ya que su fin principal es ayudar al profesional o a la firma legal.
Un ejemplo de ello es el caso de asesinato que tuvo que afrontar la abogada Sally Hobson. Implementó en su trabajo el uso de IA que le ayudó a analizar rápidamente más de 10.000 informes, ahorrándole más de 56.583€. Además, el director de tecnología de Deloitte Legal, Bruce Braude, dice que con la ayuda de la nueva tecnología pueden predecir cómo se determinarán las peticiones el 70 % de las veces.
No se puede predecir el fin de la profesión de abogado con la introducción de los robots en el sector legal. Las personas, debido al contacto humano, siempre preferirán tratar sus casos personales con otra persona que pueda aportar su propia opinión. Además, nadie sabe qué pasará en el futuro del sector legal, por lo que es justo usar el sentido común y ser cautos con cualquier herramienta que los abogados puedan tener para mejorar su trabajo porque los robots pueden ser una muy buena ayuda en la profesión, pero nunca un sustituto.
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