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El diseño jurídico se debe considerar como la solución a problemas de derecho público y corporativo en operaciones complejas

El diseño jurídico es un método que ayuda a los profesionales a aplicar el "pensamiento de diseño" al derecho. De este modo, los abogados pueden aumentar la comprensibilidad de sus servicios y capacitar a sus clientes para que tomen decisiones mejores y más inteligentes mientras combinan sus profesiones jurídicas con un enfoque de pensamiento de diseño.

El uso del método de diseño jurídico se conoce sobre todo como un solucionador de problemas de derecho público, como los derechos de los pacientes, los derechos de los refugiados y la consideración de las personas desfavorecidas en el acceso a la ley. Además, el diseño jurídico debe considerarse cuando se trata de asuntos de derecho corporativo, ya que los materiales utilizados son muy complejos y difíciles de entender, incluso si se es un abogado experimentado y hábil.

Empecemos con un acuerdo de fusión y enumeremos todo lo que hacemos como asesor jurídico. 

Cuando se ha aceptado la oferta, hay que sumergirse en un enorme proceso de diligencia debida. Tras la revisión del material jurídico de la empresa objetivo, también tendrá que preparar un dictamen jurídico basado en toda la información fáctica recopilada. Está en nuestras manos hacer este paso más centrado en el ser humano aplicando el método de pensamiento de diseño legal. 

Lo primero que debemos hacer es entender el concepto de la empresa objetivo. ¿La empresa o el acuerdo están sujetos a algún permiso de la autoridad o la ley aplicable requiere alguna otra aplicación más que la habitual? Como abogados, debemos entender el concepto de la operación y las empresas sujetas a la misma para responder a estas preguntas. El método de pensamiento de diseño legal nos ayuda a desmenuzar el acuerdo antes de sumergirnos en la revisión de innumerables documentos. Una vez que nos sentimos totalmente seguros con el concepto, podemos entender cuál debe ser nuestro enfoque principal cuando procedemos con los pasos que conducen al acuerdo.  

Contratos y documentos de cierre, por todas partes: Benefíciese del diseño de la información jurídica.

Una operación de fusión típica comienza con una carta de intenciones, continúa con un acuerdo de confidencialidad y termina con un informe de diligencia debida, un acuerdo de compra de acciones y otros documentos de cierre. Siempre se necesita la versión más completa de los mismos, pero ¿cómo podemos hacer que esos miles de papeles estén más centrados en el ser humano? Podemos beneficiarnos del diseño de la información, especialmente con los contratos y otros documentos legales. 

El diseño de la información es la práctica de presentar la información de una manera que fomente una comprensión eficiente y eficaz de la misma. Podemos beneficiarnos de una combinación de imágenes, textos y números o infografías, ¡las posibilidades son infinitas!

Deberíamos ponernos en el lugar de nuestros clientes y preguntarnos qué preguntas hay que responder antes de cerrar el trato. Deberíamos ser sencillos e inteligentes mientras respondemos a esa pregunta y ponemos todo lo que hay que resolver en nuestros documentos. Cuanto más utilicemos la visualización y el lenguaje sencillo, más mejorará la comprensión de nuestro cliente. 

Simplificación de los productos jurídicos: ¿cómo podemos evitar la posibilidad de cometer un error?

La complejidad del derecho es el problema más importante, y la necesidad de hacerlo más centrado en el ser humano es nuestro punto de partida. Por eso la simplificación es tan importante para nosotros. Sin embargo, es muy posible que al simplificarlos perdamos su significado debido a la naturaleza de los textos legales. Debemos tener en cuenta que la simplificación no consiste únicamente en borrar palabras de los textos jurídicos, ya que la información que se va a dar puede estar mal expresada. Teniendo en cuenta que nuestro objetivo es dar a nuestros clientes la información más adecuada de la forma más comprensible, debemos evitar las declaraciones vagas. 

Utilizar un lenguaje sencillo, frases breves y afirmaciones adecuadas al lenguaje cotidiano puede ser muy útil para hacer que un texto jurídico se centre en el ser humano. Además, el uso de "palabras maleta" simplifica nuestro trabajo, ya que con este método pretendemos decir menos pero expresar más. Especificar el último usuario y el grupo objetivo también es importante, ya que tendrás diferentes tipos de clientes durante toda tu vida profesional. Los iconos y los códigos QR también serán tu salvavidas durante tu aventura de diseño de información.