La importancia de la humanización en la abogacía
Los efectos que el Covid -19 ha tenido en la poblaciónaún se están sufriendo. También han provocado una aceleración de algunos factores socioeconómicos que venían dando pequeños pasos en el pasado como la transformación digital, los avances tecnológicos y la polarización social y política. Estos aspectos han expuesto la fragilidad de las relaciones humanas mostrando los problemas sociales que se experimentan. La pandemia ha hecho un recordatorio de que el contacto interpersonal es un sentimiento fundamental que todos quieren tener, por lo que el sector legal tiene un desafío con la humanización en la profesión.
Los abogados no han sabido responder de manera correcta a las necesidades sociales en este tiempo de incertidumbre. Esta visión también la comparte el profesor de derecho constitucional de la Universidad de Harvard, Ralph S. Tyler Jr., quien ha afirmado que: “algo ha ido muy mal. Hemos olvidado para qué sirve el derecho”. El bien común que era un elemento esencial de la profesión ha sido reemplazado por las ideologías y el faccionalismo.
Hay algunos consejos que se deben tener en cuenta para humanizar el derecho y, por ende, convertirlo en una práctica más accesible, identificable y humana. En el mundo actual, la profesión todavía se caracteriza por métodos remotos, prohibitivos y arcanos.
Cómo humanizar el derecho
Lo primero que se debe tratar en el sector legal es el intento de mantener una buena interacción humana porque las personas son la esencia de la profesión. Los servicios legales solo son asequibles para una pequeña proporción de la población, por lo que es importante hacerlos accesibles al resto de la sociedad y brindar la mejor relación cliente-abogado para crear una nueva cultura legal que tenga el propósito de servir a las personas y resolver sus problemas. Esta es una clave fundamental del bien común de la ley.
Otro problema que debe abordarse es la falta de diversidad en la el derecho. Se requiere construir un sector legal que se asemeje a la sociedad a la que sirve y a las complejidades que enfrentan como comunidad. La profesión también debe estar alineada con aquellos a quienes se supone que debe servir.
Para construir una confianza pública con los abogados y su trabajo, es necesario desarrollar algunas habilidades para brindarle al cliente la mejor interacción posible. Es fundamental brindar un servicio humano, compasivo y equitativo para que los clientes se sientan más cómodos compartiendo sus problemas, lo que redundará en una forma más rápida y mejor de llegar a una solución.
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