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Muchos abogados se enfrentan a los contratiempos psicológicos y al anímicos durante sus años de trabajo. Las horas que pasan trabajando en la oficina sumado al trato con diferentes profesionales durante el día (ya sea clientes o compañeros de trabajo), dificultan la profesión

Seamos claros: los abogados saben poco sobre el trabajo emocional. 

El trabajo emocional es un factor que se tiene poco en cuenta a la hora de planificar un proyecto o elaborar un listado de tareas. De hecho, el trabajo emocional resulta muy relevante en aquellos departamentos que invierten muchas horas en elaborar diferentes actividades a la vez.

El trabajo excesivo siempre acaba cansando y, además, puede provocar un agotamiento anímico en todos los miembros de un mismo equipo. Velar por el trabajo emocional es una labor propia de un responsable de departamento o de un líder.

Aquí exponemos unos trucos para mejorar el aspecto emocional de los profesionales -abogados incluidos-:

- Introduce el trabajo emocional en tu lista de prioridades

No hay nada mejor que ver un compañero que se importa e involucra por mejorar el ambiente emocional dentro de su departamento, o en un concreto compañero de trabajo. Crear la consciencia dentro de la oficina de que trabajar el aspecto emocional es importante puede ayudar mucho a generar un mejor ambiente.

- Mide el ánimo de tus compañeros

Las firmas podrían realizar encuestas periódicas (al final de cada mes o al final de cada proyecto) para medir la satisfacción de sus empleados. Por medio de los resultados obtenidos, los responsables y jefes pueden hacerse a la idea si las medidas que van tomando ayudan a mejorar el ambiente de la compañía.

- Invierte en coaching

Los servicios de coaching son cada vez más solicitados por los despachos de abogados. No es un hecho nuevo: los abogados pueden sufrir mucho estrés y ello mina su estado anímico. 

En caso de que no sea posible reducir el estrés o burnout a un abogado, se recomienda acudir a un profesional externo, especializado en coaching, para que pueda solucionar los problemas del abogado.

La firma puede contratar al coaching para que imparta cursos formativos al conjunto de la plantilla para que les ayude a reducir el desánimo y estrés o, bien, puedes organizar reuniones particulares con el coach y los abogados que estén interesados en recibir asesoramiento.