¿Puede la "uberización" del trabajo llegar a la abogacía?
Brasil es considerado un país de dimensiones continentales por la extensión de su territorio. Hay cerca de 212 millones de personas repartidas en más de 8 millones de km².
En la actualidad hay 1,2 millones de abogados inscritos en el Colegio de Abogados de Brasil (OAB), por lo que la proporción es de 1 abogado por cada 175 personas.
Con las diversas crisis de promoción que el país viene enfrentando y con las fluctuaciones globales debido a la pandemia de COVID 19, hubo un importante aumento del número de desempleados y, consecuentemente, una precarización de las condiciones ideales de trabajo.
Se estima que 15 millones de brasileños están desempleados y 1,4 millones de conductores y repartidores autónomos vinculados a Uber y otras aplicaciones con el mismo modelo de negocio. Es decir, se creó un nicho de mercado que genera una gran demanda de trabajos informales que no siempre son ventajosos para el trabajador.
No hay garantía de remuneración, porque los algoritmos son controlados por las empresas, no por los proveedores de servicios.
Incluso antes de la pandemia, profesionales como ingenieros, abogados, administradores, economistas emigraron a Uber en muchas partes del mundo.
De esta manera, muchas personas se retiran de tener protección laboral formal como garantías legales.
La doctora Virginia Todeschini, socia responsable del área laboral del estudio jurídico Kauffman Advogados, señala: "Los avances tecnológicos han generado un gran impacto en la economía, reflejándose en las relaciones comerciales, de consumo, laborales y de empleo. Las personas emprenden la búsqueda de empresas que les sirvan, optando por utilizar ésta para la intermediación comercial. Esta tendencia, llamada uberización del trabajo, llevó a los informales al gran mercado sólo como socios".
El tema es controvertido, hay varias instancias alrededor del tema y decisiones judiciales en algunos países sobre la relación laboral entre estos empleados y como plataformas.
El ecosistema de innovación brasileño ofrece soluciones tecnológicas para el área legal. Algunas de ellas ofrecen servicios como representación en audiencias, preparación de peticiones, mediación de acuerdos, entre otros. Los montos pagados suelen ser insuficientes y esto puede hacer que la rutina del abogado sea agotadora.
Así, los abogados también están sujetos a la uberización como otros profesionales y es posible vislumbrar esta hipótesis a partir de la autorregulación de la Ley de la Oferta y la Demanda:
"En la medida en que las aplicaciones impulsan la economía, se dejan de crear nuevos puestos de trabajo. De este modo, estos trabajadores se quedan sin contrato de trabajo y sin prestaciones legales o convencionales, en una ilusión disfrazada de emprendimiento", dice Todeschini.
La presunción de libertad es contradictoria cuando no hay autonomía (capacidad de una persona para actuar según sus deseos o creencias, sin obedecer a influencias o presiones externas) y cuando la única alternativa para sobrevivir es aceptar lo que el mercado impone.
El Dr. Todeschini explica esta dinámica:
"Antes de las plataformas digitales, los abogados interesados en celebrar audiencias tenían (y siguen teniendo) un portal de inscripción, por una cuota mensual, que acercaba a los interesados a su plantilla.
Yo estaba registrado en el portal al principio de mi carrera e incluso recibí propuestas para celebrar audiencias para un despacho de abogados que tenía un cliente con litigios masivos. El valor ofrecido por audiencia era insignificante.
La justificación era que me beneficiaría por la cantidad de trabajo que haría, pero me negué. Sin embargo, no todo el mundo puede negarse y no todas las propuestas son iguales. Hay personas que necesitan y quieren actuar así.
Hoy en día, las aplicaciones no son más que la modernización de estas relaciones jurídicas, pero no dejan de precarizar la mano de obra, aunque sea parcialmente.
Hay excelentes abogados a los que les gusta celebrar audiencias (y a veces sólo participan en esta fase específica del proceso) que buscan estas aplicaciones y viven de estos honorarios."
La OAB, por su parte, intenta actuar de forma preventiva para evitar que los abogados se presenten a trabajar sin las mínimas condiciones y retribuciones económicas. Independientemente de la elección de cada profesional, el área ofrece un abanico de oportunidades como la magistratura, la fiscalía, la abogacía, etc. Existen varias prácticas jurídicas tradicionales y las especializaciones más recientes y prometedoras como el derecho digital, el derecho medioambiental, el compliance, la bioética, la mediación y la resolución de conflictos.
Como en cualquier profesión, es posible diferenciarse mejorando las habilidades duras (habilidades que pueden aprenderse en cursos, idiomas extranjeros y formación, por ejemplo) y las habilidades blandas (habilidades como la comunicación interpersonal y la capacidad de persuasión).
La distinción puede generar valor añadido y suele convertirse en clientes satisfechos y fieles.
El dinero puede incluso cambiar de manos, pero rápidamente surgen personas creativas que piensan en una forma innovadora y están dispuestas a aprovechar la ola de cambio que surge de las crisis.
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