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Si no estás dispuesto a fracasar, sólo te embarcarás en mejoras seguras e incrementales, en las que tienes todas las respuestas y, por tanto, no puedes fracasar

"Si no estás fracasando, no estás innovando".

Las palabras de Elon Musk son repetidas por la mayoría de los empresarios e innovadores corporativos de éxito.

Sin embargo, en un entorno tan cambiante como el actual, las respuestas de ayer se vuelven rápidamente redundantes y las de mañana son en su mayoría desconocidas. La única manera de descubrir las respuestas es haciendo, fallando y aprendiendo de los errores.

Pero el fracaso, hecho de forma incorrecta, puede costar millones a las empresas.

Por eso es importante optimizar el rendimiento del fracaso (RoF) para apoyar la participación de la dirección, optimizar los aprendizajes y aumentar la probabilidad de éxito de una organización en materia de innovación.

La ecuación

Si queremos optimizar nuestro RoF y, por tanto, nuestros aprendizajes, tenemos que aumentar los activos al tiempo que reducimos los recursos.

¿Cómo?

Aumentar los activos:

• Condensar todos los aprendizajes potenciales en la culminación de un proyecto o sprint de innovación.
• Almacenar los aprendizajes de forma centralizada y distribuirlos por toda la organización para que toda la empresa pueda aprender, evitar la costosa duplicación de errores y conseguir que el producto se adapte al mercado más rápidamente.
• Aprovechar los aprendizajes en los proyectos o unidades de negocio existentes.
• Celebrar los aprendizajes públicamente para fomentar el desarrollo de una cultura intraemprendedora, que es fundamental para las organizaciones que se toman en serio su permanencia en el mercado.

Disminuir los recursos:

• Fracasar de forma rápida, barata y eficaz.
• Utilizar prototipos para probar las hipótesis del proyecto.
• Si se subcontrata la innovación, se deben utilizar pequeñas empresas emergentes y boutiques que puedan ofrecer un servicio barato y rápido, y no consultorías globales abultadas.
• Utilizar procesos más inteligentes (por ejemplo, acelerar la toma de decisiones asignando a los proyectos de innovación un presupuesto y una autoridad determinados, de modo que no sea necesario subcontratar la toma de decisiones a comités de dirección y similares que se mueven con lentitud).
• Disminuir el coste del sistema (utilizar plataformas OTS como Instapage para construir más rápido, herramientas de análisis como Kissmetrics y Google Analytics y entrevistas con clientes para aprender más rápido (ver más abajo para más cosas como esta).
• Utilizar la nube cuando se construye una versión más funcional de un producto. No trabajar dentro de los costosos y lentos confines de la infraestructura heredada).

Cómo construir, medir y aprender más rápido.

Al optimizar el RoF, nos damos la oportunidad de hacer muchas más apuestas de las que haríamos de otro modo y, cuando se trata de innovación, la experimentación y un enfoque implacable en el cliente lo sustentan todo.

Los inversores de capital riesgo aciertan una de cada diez veces, y su trabajo consiste en invertir en la innovación en las primeras fases, por lo que las grandes empresas tradicionalmente conservadoras tienen muy pocas posibilidades de seguir vivas más allá de los 12 años de vida media de las empresas actuales si lo único que hacen es realizar pocas apuestas grandes.