Cómo manejar eficazmente la comunicación interna de tu despacho
La comunicación ha sido siempre la clave para un buen funcionamiento de la civilización. Si no se da un buen intercambio de información entre las personas surgen los malentendidos, los errores y, por supuesto, el fracaso de la acción que se está buscando conseguir.
Las firmas de bufetes emplean muchos recursos y tiempo en la comunicación externa, en reflejar su imagen de marca al exterior para destacar sobre la competencia. Sin embargo, este tipo de comunicación no tendría sentido si se descuida la interna, la del despacho de puertas para adentro.
Cada miembro que conforma una empresa es importante, por lo que mantener una comunicación interna fluida es esencial. El objetivo fundamental de esta herramienta de gestión es ayudar en el desarrollo profesional del equipo. Pero también tiene aporta muchas otras ventajas, como crear e inculcar una cultura corporativa entre las personas que conforman el despacho. Esto se logra fomentando la confianza reteniendo el talento y dando a conocer los objetivos y el modelo de negocio que se ha de seguir.
La honestidad y el respeto son los pilares de toda relación, ya sea laboral, social o sentimental. Es más probable que los empleados estén cómodos en su trabajo y deseen continuar creciendo profesionalmente en un despacho si existe una comunicación abierta transparente.
Una buena comunicación interna debe establecer una periodicidad para enviar comunicados informativos a los trabajadores del despacho para mantenerles actualizados sobre las novedades de la firma. El escrito tiene que llegar a todos los miembros, tanto del despacho como de soporte, sin limitar cierta información a ciertas personas o áreas de poder.
La comunicación interna como herramienta de éxito
Cuanto más grande sea el despacho, seguro que hay más materia sobre la que informar. Es mejor comenzar a comunicar sobre asuntos comerciales que tienen relación con los clientes, pero sin restar importancia al resto de novedades que atañen a la firma como el reconocimiento de la labor de los trabajadores en algún caso concreto, apariciones en los medios de comunicación, etc.
A los nuevos miembros que se incorporen al equipo sería conveniente hacerles llegar un dossier que recoja la información general del despacho, por ejemplo, cómo y quién lo fundó, cuáles son los objetivos que persigue la firma, por qué se caracteriza, el manual de estilo propio del despacho, cuales son los mercados o sectores en los que se quiere expandir y el público objetivo que tiene. Facilitar esta información desde el principio hará que los empleados adquieran la esencia del despacho, trabajando desde el primer momento en una misma dirección.
Siempre que sea posible, las reuniones se harán de manera presencial. Si bien es cierto que, en ocasiones, por razones físicas o geográficas esto es imposible, las nuevas tecnologías brindan la oportunidad para que, en caso de que no se pueda estar presencialmente en el lugar, la quedada suceda de manera muy parecida: por videoconferencia.
En ambos casos, los miembros estarán escuchando la conversación en directo, viéndose los rostros -es importante para que haya una comunicación eficiente- y dando opción a turno de ruegos y preguntas. Las reuniones periódicas son buenas para informar de asuntos relevantes para la firma y no tienen por qué ser muy largas de duración, por lo que no supondrá quitar mucho tiempo a otros quehaceres en la oficina.
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