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Cuando hablamos de crear confianza en el trabajo, nos referimos a que esta relación esté presente entre los abogados y los socios de los despachos de abogados. Y no, no siempre es fácil establecer relaciones de confianza entre abogados

La comunicación es uno de los pilares que construyen la confianza. Un líder, o un responsable de área, ha de analizar la forma con la que se comunica con sus empleados. La comunicación ayuda a facilitar la compenetración entre compañeros de trabajo y el feedback es, a la vista de los expertos, un factor clave a la hora de aumentar la confianza. 

Un líder tiene que ser exigente consigo mismo y con sus empleados, pero tiene que saber premiar y, a la vez, diagnosticar los defectos de los abogados. 

Recordemos que una cosa es criticar, y otra es el diagnóstico sano y constructivo.

Otro factor a tener en cuenta es la sinceridad. Quien tenga el privilegio, y la responsabilidad, de dirigir un equipo de trabajo ha de recordar que la sinceridad es una cualidad ganadora dentro del sector legal. 

Enseñar, reconocer los errores, cambiar de estrategia, etc. Todas estas acciones, si no van acompañadas de dosis de sinceridad, pueden no servir para generar una sólida confianza en el equipo. 

Por otro lado, la sinceridad está muy ligada a la designación de las responsabilidades. Quienes ostentan posiciones de liderazgo suelen tener una controversia moral entre si achacarse a ellos mismos los errores que ocurran durante el trabajo o, bien, señalar a otros. 

Por lo general, el líder tiene que sensibilizarse y estar presente siempre y cuando vengan los problemas. No significa ello que esté constantemente “haciéndose la víctima” de todo lo malo que ocurra en la firma, pero que sepa dar la cara en los momentos malos, o negativos, de la organización. 

En la gran mayoría de los casos ha de ser el primero en asumir la responsabilidad. Y ello conlleva también revisar qué se ha hecho mal y los factores que han propiciado que se produjera la eventualidad negativa.

La autogestión de los empleados puede no ser una cuestión fácil al principio. De hecho, cuando un abogado llega a una firma, todos sus movimientos se suelen analizar con detalle, quizás por la desconfianza de los líderes. 

En el entorno laboral se cometerán muchos fallos y los líderes tienen que ser los primeros en ser conscientes de ello. Por lo tanto, que un abogado cometa algún fallo no es del todo una mala noticia, siempre y cuando ese o esos fallos sean fácilmente subsanables.

Por medio de los pequeños errores, y de sus rectificaciones, surgirá un entorno de confianza entre el empleado y el jefe. 

La evolución de los líderes ha de ser constante. Existen múltiples factores que propician que el líder tenga que evolucionar (nuevos empleados, diferente cultura corporativa, nuevas tecnologías, distintos regímenes de trabajo, etc). Las generaciones van pasando y los gustos y modas también.

El líder ha de ser capaz de observar todo cuanto sucede en el sector legal. Ha de observar cómo se están adaptando los despachos de abogados a los nuevos tiempos. Qué enfoque tiene que adquirir la comunicación interna del despacho de abogados que dirige. 

Un líder no puede crear un despacho de abogados sin tener en cuenta la opinión de sus empleados. La confianza funciona de la misma forma: a través de una confianza clara, fluida y plagada de observaciones y opiniones constructivas.