El posicionamiento SEO, responde a las siglas Search Engine Optimization, algo así como optimizar el motor de búsqueda. Consiste en un conjunto de técnicas para conseguir situar tu página web en los primeros resultadosante las búsquedas específicas de los usuarios, que viene a ser una mejora en las SERPs (Search Engine Results Page), incrementando así la visibilidad de tu despacho en los navegadores más comunes.

Para empezar, conviene tener en cuenta que Google es el navegador o motor de búsqueda más utilizado, con un 92,31% del mercado. Y normalmente el usuario cambiará la fórmula empleada en la búsqueda, antes de pasar a la siguiente página de resultados de Google. De modo que si algo está claro es que hay que seguir al pie de la letra los requisitos de este navegador para mejorar el posicionamiento SEO y así conseguir muchos nuevos clientes.

No te servirá la compra de palabras claves ni otras técnicas tipo Black Hat SEO que incumplen las normas de Google, pues cada vez el algoritmo se ha ido perfeccionando y penalizarán tu web si compras enlaces o haces un uso inorgánico de palabras clave. 

Estas dos claves de posicionamiento SEO que Google prioriza debes recordarlas siempre: si el usuario tiene una buena experiencia pasará tiempo en tu web y repetirá, le gusta tu contenido e interactúa con él; y si el contenido de tu web aporta valor, los usuarios la compartirán y ganará popularidad. A continuación, veremos que sí y que no tienes que hacer para mejorar tu SEO y así captar clientes.

Por su puesto, lo principal es ofrecer un contenido de calidad. En el caso de la web de tu despacho de abogados, tienes que disponer tu información de manera clara, intuitiva y estética. Debes entender la mente del cliente en lo relativo a las palabras clave que utilizará en su búsqueda, y desde ahí crear el contenido. Después moldearlo atractivamente para que pase tiempo en la web, sin perder la seriedad de tu servicio.

Tu página web debe estar perfectamente optimizada para no ralentizar la carga y empeorar la experiencia del usuario. Para ello, esto ya es algo más técnico, escoge un buen hosting (servicio donde se encuentra “alojada” tu web, algo así como un casero que te alquila un espacio).

Las imágenes van a ser el mayor atractivo, son lo primero en lo que se fijarán los posibles clientes al entrar en la web, o incluso antes, pues a veces aparecen como resultados primeros al hacer la búsqueda. Se recomienda comprimirlas para que su peso no ralentice el tiempo de búsqueda, empeorando así la experiencia del cliente.

Más aspectos técnicos de los que dependerá la optimización son una buena jerarquización de contenidos, así como establecer un dominio preferido, enlaces internos cuidados y una buena atención al rendimiento de la web para atender a los posibles errores.

Desde Google ya se han dado cuenta de que la mayor parte de las búsquedas se realizan desde los móviles, por lo que tu página web también debe tener una versión móvil perfectamente optimizada, pues el algoritmo de Google priorizará aquellos resultados SEO que mejor se adapten a la pantalla pequeña. Se recomienda un diseño responsive, que simplemente reorganizará el contenido y no tendrás que reducirlo al reducirse la pantalla.

Otro aspecto muy valorado del SEO por Google es la meta descripción, ese pequeño resumen de tu página que también te ayudará a posicionarte arriba, de acuerdo a las palabras clave que busquen tus futuros clientes. Esto tampoco es algo determinante pero sí marcará una diferencia que Google tome por defecto cualquier texto de tu página en vez de esta meta descripción en concreto.

Así que ya sabes, ten en cuenta todos estos consejos y conseguirás que la web de tu despacho gane en posicionamiento SEO.