La crisis de COVID-19 pone de manifiesto una cuestión que antes del brote ha sido ampliamente descuidada por muchos bufetes de abogados: contar con un sólido plan de desastres. Sin embargo, dada la situación actual, ya que muchos profesionales del derecho se ven obligados a trabajar desde sus casas, surge la pregunta de cómo garantizar la recuperación del desastre y la continuidad del negocio. Y está quedando claro que muchos bufetes no tienen una respuesta sobre cómo manejarlo. 

Cuanto más grande sea la empresa, mayor será la probabilidad de tener un plan de continuidad de la actividad

Según los datos del Informe de la Encuesta de Tecnología Jurídica de la ABA de 2019, publicado por la División de Práctica Jurídica de la ABA, sólo el 41% de todos los abogados declaran que sus empresas tienen esos planes, en comparación con el 38% en 2016, lo que supone un pequeño aumento en las cifras. Una conclusión no muy sorprendente de la encuesta es que cuanto más grande es el bufete de abogados, más probable es que exista un plan de continuidad de la actividad. El 62% de todos los bufetes de abogados encuestados con 100 a 499 abogados empleados tienen ese plan, para los bufetes de 500 o más es el 86% - en comparación con sólo el 21% de los que ejercen en solitario. 

Las estadísticas de teletrabajo de los abogados, según la ABA

Mientras que antes de la pandemia de coronavirus sólo el 55% de todos los abogados encuestados indicaron que teletrabajaban al menos a tiempo parcial, estas cifras aumentarán drásticamente durante el tiempo que dure la pandemia. 

Sólo el 6% de los abogados encuestados dijeron que son teletrabajadores a tiempo completo, otro 41% declaró teletrabajar al menos una vez a la semana. Del 45% de los abogados que no trabajan a distancia, el 5% afirmó que estaba prohibido por las políticas de su oficina, y otro 3% dijo que carecían de la tecnología necesaria para trabajar a distancia. 

La mayoría de los abogados que teletrabajan lo hacen desde casa (88%), pero el teletrabajo también se produce en hoteles (26%), casas de vacaciones (23%), otras oficinas (14%), o incluso lugares públicos (11%) y cafeterías o cafés (10%). 

Para leer los correos electrónicos cuando están fuera de la oficina, el 70% dice que usan sus teléfonos inteligentes, el 15% un ordenador portátil de trabajo, y el 11% un ordenador portátil personal o de escritorio.