1. ¿Cuál es la razón que le impulsó a iniciar una carrera en el arbitraje internacional?

Desde muy joven siempre me gustó conciliar posiciones encontradas; escuchar los argumentos de cada parte y tomar las decisiones más acordes con la justicia y la razonabilidad. El hecho de provenir de un entorno multicultural me ayudó a potenciar mi capacidad para aunar intereses y tender puentes de entendimiento entre diferentes culturas. Al principio de mi carrera, sabía que quería contribuir a la resolución de conflictos de forma pacífica. Esto es lo que despertó mi interés por el arbitraje internacional.

2. ¿Cuáles son las ventajas del arbitraje internacional en comparación con los procedimientos judiciales ordinarios?

El arbitraje es un medio consensuado, neutral, vinculante y ejecutable de resolución de conflictos internacionales. El arbitraje internacional tiene muchas ventajas en comparación con los procedimientos judiciales ordinarios. En primer lugar, permite a las partes resolver sus disputas en un foro neutral. 

En segundo lugar, las partes pueden adaptar el procedimiento a sus necesidades específicas. En virtud del principio de libertad de elección, las partes pueden acordar los árbitros, el idioma del procedimiento, la sede del arbitraje, la ley aplicable, el lugar donde se celebrará la audiencia, etc. La flexibilidad procesal que tiene el arbitraje le permite ser más eficiente y adaptarse mejor a los litigios con partes de diferentes jurisdicciones. 

En tercer lugar, el laudo puede ser reconocido y ejecutado gracias a tratados internacionales como la Convención de Nueva York sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras. Esta Convención ofrece una forma sencilla de ejecutar los laudos sin las complicaciones que a menudo conlleva intentar ejecutar las sentencias judiciales. 

3. ¿La expansión del papel de las mujeres en el arbitraje es un hecho actual o lleva años produciéndose?

La representación de modelos de arbitraje femeninos ha aumentado con el tiempo gracias al esfuerzo de muchas mujeres que están abriendo el camino a las nuevas generaciones. Hace diez años, era difícil mencionar a más de tres mujeres árbitros conocidas. Hoy puedo pensar en innumerables profesionales femeninas con talento, respetadas y reconocidas internacionalmente que actúan como árbitros. Esto es gracias a los esfuerzos de la comunidad arbitral internacional y de organizaciones como la Equal Representation in Arbitration (ERA), el Club Español del Arbitraje (CEA mujeres), Woman Way in Arbitration (WWA), etc.

4. ¿Cuáles son sus expectativas de trabajar como árbitro para el CIADI? 

Me siento muy honrada de haber sido incluida en la Lista de Árbitros del CIADI. Algunos de mis casos más enriquecedores durante mi etapa como secretario de tribunales arbitrales, fueron casos del CIADI. Los temas son muy variados e intelectualmente estimulantes. La naturaleza pública y privada del arbitraje de inversiones lo hace extremadamente interesante. Estoy deseando continuar con mi experiencia en estos casos como árbitro.

5. ¿Cuáles son los retos actuales del arbitraje?

En mi opinión, los costes y los retrasos son, en algunos casos concretos, retos a superar en el arbitraje. Por ejemplo, uno de los aspectos que puede convertirse en un leviatán para el arbitraje es la exhibición de documentos. Si no se gestiona adecuadamente, esta fase procesal puede convertirse en un ejercicio largo y costoso. El arbitraje es una herramienta extremadamente útil y eficiente en cuanto a tiempo y costes para resolver disputas internacionales; todo se reduce a cómo las partes y el tribunal gestionan el caso.