Los delitos que podrían estar tentados a cometer los malos abogados en el ejercicio de su profesión
Los trabajadores del sector jurídico son los primeros que deben cumplir con las normas penales y deontológicas, especialmente mientras están ejerciendo su profesión pues, son los maestros del ejercicio legal y los primeros que deben dar ejemplo.
Cuando un despacho o alguno de sus trabajadores se ve envuelto en un escándalo legal, la reputación de ambos se pone en duda, por ello, es importante respetar los principios legales y éticos para generar la confianza necesaria.
A dichos delitos se les aplicaría la agravante de abuso de confianza cuando el tipo delictivo se realiza respecto del cliente o algún compañero de profesión, ya que la relación entre abogado-cliente y entre compañeros se basa precisamente en la confianza.
Los Colegios de Abogados podrán imponer sanciones disciplinarias a quienes actúen delictivamente. Además, deberán responder ante el ordenamiento jurídico por responsabilidad civil, que les obligaría a reparar los daños y perjuicios que hubieran ocasionado, incluso llegando a recibir sanciones penales por cometer ciertos delitos y la inhabilitación en el ejercicio de su profesión.
Delitos que pueden cometer los letrados
Los actos con relevancia penal que pueden perpetrar los abogados en el ejercicio de su profesión son muy variados, aunque existen algunos que pueden ser cometidos con más facilidad, como el delito de falsificación documental tanto pública como privada.
En este contexto, la manipulación de pruebas en las que pretenden fundar sus alegaciones que acabarían provocando el error de la valoración de los jueces y magistrados para dictar fallo también contaría como otro delito, en este caso, de estafa procesal.
En esa misma línea, cuando, a sabiendas, se presentan falsos testigos o testigos que dan falsos testimonios, el abogado estaría cometiendo un delito de falso testimonio.
Una de las acciones delictivas que peor reputación generan en los abogados es el abuso de confianza. Cuando se refiere a abusar de la confianza de sus clientes o de sus propios compañeros de profesión se hace referencia a la revelación de secretos, ya sean de sumerio o ajenos.
La desconfianza con el cliente hará que no quiera volver a contratar los servicios del despacho. Otro delito fácil de cometer por los abogados y que puede suponer el fin de su carrera profesional es la apropiación indebida de costas obtenidas en un procedimiento judicial con el fin de retener parte del dinero obtenido por su cliente e imputárselo a él mismo para satisfacer sus fines personales cuando esto no ha sido expresamente pactado con anterioridad. Normalmente se suele hacer en concepto de indemnización por sus honorarios. A su vez, en caso de llevar a cabo esta acción, el letrado también tendría que hacer frente a un delito de estafa de carácter agravado.
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