ESG Colourwashing: una conversación con Klemen Kreča
Klemen Kreča, asociado de Schönherr Attorneys at Law y estudiante de negocios en KU Leuven, es coautor de ESG Colourwashing: Combating Modern-Day Corporate Hypocrisy, junto con su antiguo profesor Timo Spitzer, Director Legal de renombre internacional. El ensayo fue editado por Cambridge University Press and Assessment y publicado hace apenas un mes en International In-House Counsel Journal.
Por "colourwashing (lavado de color)", los autores entienden aquellas prácticas de empresas que crean una ilusión de cumplimiento de ESG y sostenibilidad a largo plazo, cuando en realidad no lo hacen. Además, se refieren al “whitewashing (blanqueo)” como el ocultamiento deliberado de hechos potencialmente incriminatorios por parte de actores corporativos, el “bluewashing (lavado azul)” como el uso de términos bastante vacíos al introducir iniciativas éticas y sociales, el “brownwashing (lavado marrón)” como el apoyo aparente a personas negras, marrones, indígenas, etc. sin implementar medidas o políticas antirracistas, “pinkwashing (lavado rosa)” como lo mismo para el empoderamiento femenino y “rainbowwashing (lavado arcoíris)” cuando se trata de LGBTQ+, por ejemplo, solo alrededor del mes del Orgullo o solo en forma de logotipo de arcoíris.
Ahora, el propio Klemen Kreča explicará más cuestiones relacionadas con su artículo, así como las preguntas que puedan surgir de él.
Mariana González: ¿Por qué algunas empresas fingen una apariencia de cumplimiento ESG y cuál es el riesgo moral aquí?
Klemen Kreča: ESG puede tener efectos netos positivos para una empresa determinada, es decir, puede tener sentido económico implementar métricas ESG (un mayor ingreso neto al final del día). Esto puede deberse a los beneficios directos de los criterios ESG (mejor eficiencia) o a la apreciación indirecta del mercado (los consumidores/inversionistas orientados a ESG comienzan a favorecer más a su empresa). Sin embargo, este no es siempre el caso, especialmente no en todas las industrias. Hay empresas en las que los criterios ESG aportan casi cero beneficios directos y son básicamente solo un gasto, lo que reduce el resultado final. Estas empresas no estarán dispuestas a invertir en ESG, aunque podrían estar inclinadas a decir que lo hacen para obtener los beneficios indirectos antes mencionados, es decir, el riesgo moral.
MG: Desde su punto de vista, ¿qué se está haciendo mal a nivel nacional y supranacional, que no funciona lo suficiente como para evitar que las empresas falseen los criterios ESG? (¿obligaciones de divulgación?)
KK: El mayor problema en la UE actualmente es la falta de armonización. Hay muchas herramientas diferentes que se podrían utilizar para combatir esto, pero la mayoría de ellas se ven obstaculizadas por la falta de cooperación entre los Estados miembros o la falta de competencia por parte de la Comisión Europea. Además, en la mayoría de los casos, los valores en cuestión (de los productos) son bastante minúsculos en comparación con los costos de ejecución privada por parte de los consumidores/clientes; esto se deja luego en manos de organismos públicos (supra)nacionales que, debido a la falta de armonización y las ineficiencias son en la mayoría de los casos demasiado lentas para reaccionar. Por el lado de los inversores, se aconsejaría a Europa que considere establecer una posibilidad de ejecución privada en toda la UE si una empresa que cotiza en bolsa hace tergiversaciones de ESG.
MG: Entonces, ¿qué más se necesita hacer para fortalecer los sistemas regulatorios actuales?
KK: Ver la respuesta anterior. En definitiva, armonización (o unificación y otorgamiento de competencias y recursos claros a la Comisión Europea) y posibilidad de ejecución privada para los inversores.
MG: En cuanto al papel de los directores generales (CEOs) y los departamentos legales, ¿qué nos puede decir sobre su relevancia en la prevención del colourwashing?
KK: Es realmente primordial, incluso si tuviéramos un sistema de cumplimiento perfecto para combatir el colourwashing, las empresas aún podrían encontrar nuevas formas de eludir dicha legislación (y lo hacen; actualmente hay una enorme cantidad de medidas legislativas que, entre otras cosas, tratar de abordar este problema con poco o nada de éxito): depende de las propias empresas cumplir incluso cuando nadie está mirando. Esta es una idea un poco utópica: la zanahoria, por así decirlo. ¿El palo? Multas/Daños. (Kreča está haciendo aquí una referencia a la fábula del burro persiguiendo la zanahoria)
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