El aspecto del diseño legal es una característica relevante que todo despacho de abogados debe tener para facilitar el conocimiento sobre temas de derecho al público general y al resto de los profesionales del mismo sector.

Su objetivo principal es dotar de cualidades positivas al derecho para que sea más interesante, más fácil de entender y más accesible para todo tipo de personas sin tener en cuenta su nivel socioeconómico. Además, esta práctica implica el desarrollo de la cualidad del design-thinking que combina la experiencia del sector legal con el conocimiento de la disciplina del diseño para transmitir, de una manera correcta, un mensaje y mostrar un equilibrio con el aspecto visual de la firma.

La realización de esta actividad generará un impacto positivo en la población ya que creará un sentido de conciencia sobre sus interese individuales ya que, gracias al diseño legal, conocerán cómo funciona la norma en el mundo actual.

La empatía también será un gran resultado de esta práctica, ya que creará una sensación de estar al tanto del cliente que quiere una solución para su caso. La relación que surgirá de la tarea de facilitar la comprensión de la ley, hace que la persona se relaje más ya que creerá que el caso se puede resolver y no será tan complejo.

También hay algunas razones fundamentales por las que cada persona necesita el diseño legal, ya sea un profesional o no.

La necesidad del diseño legal

Los clientes estarán más contentos porque adquirirán la sensación de que los profesionales con los que van a tratar, los van a cuidar porque les van a dar toda la información y datos de forma simplificada para que sea comprensible y, además, busquen de forma accesible una solución juntos.

Además, la gente está cansada de las complejidades de los documentos legales, por lo que, si la práctica del diseño legal se realiza correctamente, redundará en un incremento del respeto a las leyes, a la abogacía ya sus trabajadores. Si esto se logra, puede concluir en una sociedad con menos disputas y problemas.

El fomento de la innovación y la creación de valor es importante ya que hay abogados que tienen buenas ideas y propuestas, pero muchas veces no tienen los conocimientos técnicos para poder plasmarlas. El diseño legal crea una plataforma para estas personas, allanando el camino para oportunidades y mejoras.