Descubierto el truco de Facebook para sortear las leyes de privacidad europeas: cambiar una palabra
Los reguladores irlandeses habrían colaborado con Facebook en la elaboración de nuevas condiciones de servicio para eludir el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos).
Esa es la dura acusación de nyob, el centro europeo de derechos digitales, una ONG austriaca centrada en interponer demandas relacionadas con el RGPD; pero la que presentó en Irlanda contra Facebook por violar estas leyes podría acabar con una multa de broma de hasta 36 millones de euros.
En el borrador de la Comisión de Protección de Datos irlandesa (DPC) también se explica por qué no ha decidido aplicar multas mayores: porque cree que Facebook no está violando el RGPD, simplemente porque considera que la empresa no está obligada a pedir el consentimiento del usuario si le está ofreciendo un contrato.
Un momento, ¿un contrato? Efectivamente, desde el 25 de mayo de 2018 a medianoche, justo cuando entró en vigor el RGPD, las condiciones del servicio hablan de un "contrato" para usar Facebook; un término que sustituye a la palabra "consentimiento" en el mismo contexto. Sin decírselo a nadie, Facebook cambió las condiciones de uso de la noche a la mañana solo para cambiar una palabra, y en nyob creen que lo hicieron por consejo de los reguladores irlandeses, tras una reunión entre representantes de Facebook y el CPD en 2018.
Headquarters de Facebook en Irlanda
Por eso la multa propuesta por el CPD no es por incumplir el RGPD, sino por "falta de transparencia" sobre cómo lo hace; por lo demás, la comisión expresa su apoyo a la compañía por la forma en que no requiere el consentimiento expreso del usuario. Y, presumiblemente, es porque el propio CPD explicó a Facebook cómo podía hacerlo.
No es la primera vez que los reguladores irlandeses están bajo sospecha por ayudar a Facebook, que durante años tuvo su sede europea en Irlanda. El mes pasado propusieron una multa de 50 millones de euros por no explicar cómo WhatsApp comparte datos con Facebook, su propietario; pero cuando el proyecto llegó al Comité Europeo de Protección de Datos, la multa se disparó a 225 millones de euros, acompañada de una orden para que WhatsApp cambie sus condiciones de uso. WhatsApp ha confirmado que recurrirá la decisión.
Ahora, puede ocurrir lo mismo con este último borrador; nyob espera que el resto de autoridades europeas se den cuenta de que esta decisión puede enseñar al resto de empresas a saltarse el RGPD, haciendo que la gran ley de privacidad europea se convierta poco menos que en papel mojado.
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