De estrellas del deporte a empresarios fracasados
Resumen – De estrellas del deporte a empresarios fracasados
Muchos atletas de élite ganan fortunas que podrían durar generaciones si se invirtieran con prudencia, pero una mezcla de ego, exceso de confianza, falta de planificación y malos consejos suele llevarlos a negocios fallidos. Al inicio, la prensa presenta estos proyectos —gimnasios, academias, restaurantes, inmobiliarias, marcas de ropa— como “visionarios”, pero los altos costos, la falta de experiencia y la mala gestión acaban por hundirlos.
Ejemplos van desde el canal de televisión de Iván Zamorano y la academia de fútbol de Brad Friedel, hasta los negocios nocturnos de Ronaldinho y la agencia de representación de Cicinho, todos elogiados por la prensa en su lanzamiento pero que terminaron en fracaso. Casos similares en el pasado incluyen a Mike Tyson, Greg Norman, Lance Armstrong, Shaquille O’Neal y Danica Patrick.
El patrón es constante: dinero abundante, confianza excesiva, administradores sin preparación y ausencia de supervisión profesional. Aunque algunas estrellas como Michael Jordan se han recuperado fácilmente, muchas acaban endeudadas o en medio de escándalos públicos. La lección —en el deporte y en los negocios— es que la fama y el carisma no sustituyen el conocimiento financiero ni la planificación a largo plazo.
La mayoría de los grandes deportistas de élite amasan fortunas inimaginables que, solo con dejarlas bien invertidas, generarían intereses y capital suficientes para que vivieran varias generaciones a todo tren. Sin embargo, muchos, ávidos de protagonismo y de demostrar que además de grandes deportistas son emprendedores e inteligentes, se dejan —o permiten ser— embaucados por todo tipo de personajes: amigos, conocidos y, en especial, familiares que impulsan múltiples negocios “a lo grande”. Estos suelen estar gestionados por personas sin la preparación adecuada para dirigir proyectos empresariales, aunque tengan afecto y cercanía con el deportista.
Estas empresas van desde macro criaderos de animales, compañías de aviación, hoteles, restaurantes, complejos, turísticos, bodegas de vino, academias, centro de negocios, gimnasios, centros de trabajo, etc.
Normalmente cuando se crean estos negocios, aparecen en los distintos medios de comunicación, en los que se destacan las supuestas inversiones visionarias de estas estrellas del deporte y aún no han empezado ya están vendiendo el éxito del negocio y el acierto de este (no hay que olvidar que se trata de celebridades que conocen a periodistas de los grandes medios que tras muchos años entablan grandes amistades).
Sin embargo, en muchos casos, estos negocios resultan ruinosos. Las millonarias sumas detrás de ellos ocultan la mala marcha hasta que, con el paso del tiempo y el olvido mediático, la realidad sale a la luz.
Los casos son interminables, pero pondremos algunos ejemplos
1. Iván Zamorano
El histórico delantero chileno tuvo serios problemas financieros tras invertir en una cadena de gimnasios y un canal de televisión en Chile. Aunque no llegó a la bancarrota total, perdió propiedades, coches y hasta plazas de aparcamiento para cubrir deudas que rondaban los 3 millones de euros. Fue un golpe duro para alguien que en su época ganaba millones jugando en el Inter de Milán.
2. Brad Friedel
El ex arquero estadounidense invirtió en una academia de fútbol en Estados Unidos que terminó siendo un desastre financiero. Acumuló una deuda de 7 millones de dólares, lo que lo obligó a declarar bancarrota en 2011. Para salir del lío, tuvo que seguir jugando profesionalmente hasta los 44 años, algo poco común en el deporte.
3. Ronaldinho Gaúcho
El crack brasileño pasó por momentos financieros críticos en 2018, cuando la justicia brasileña le confiscó el pasaporte y bloqueó sus cuentas bancarias, encontrando apenas 6 euros en todas ellas. Todo esto se debió a multas relacionadas con la construcción ilegal de un muelle en una propiedad protegida. Aunque logró superar la crisis fue un escándalo que sacudió su imagen pública.
4. Asamoah Gyan
El delantero ghanés, que llegó a ser uno de los futbolistas mejor pagados en Emiratos Árabes Unidos, se enfrentó a graves problemas financieros en 2018. Se reportó que tenía apenas 600 libras en su cuenta bancaria tras malas inversiones y gastos excesivos. Aunque negó estar en bancarrota total, sí reconoció haber tenido dificultades económicas graves.
5. Cícero João de Cézare (Cicinho)
El exlateral brasileño del Real Madrid perdió toda su fortuna debido a malas decisiones empresariales y a excesos personales. En su peor etapa recogía colillas para fumar. Hoy, reconstruye su vida como comentarista deportivo
¿Pero que decía la prensa en aquel momento?
1. Iván Zamorano y su canal de televisión
Cuando Iván Zamorano lanzó su canal de televisión en Chile, la prensa lo aplaudió como un ejemplo de "emprendimiento deportivo". En 2003, El Mercurio destacaba que el canal buscaba "revolucionar el contenido deportivo nacional", con programas enfocados en fútbol y entrevistas exclusivas con figuras internacionales. Se hablaba de un proyecto innovador que "pondría a Chile en el mapa del periodismo deportivo".
Se pudieron leer frases como “Zamorano no solo ha sido uno de los grandes en el deporte, sino que es un genio de los negocios un ejemplo a seguir en nuestro país”. Sin embargo, los costos operativos y la falta de patrocinadores llevaron al cierre del canal en menos de tres años
2. Brad Friedel y su academia de fútbol
En 2007, medios como The Guardian celebraban la apertura de la academia de fútbol de Brad Friedel en Ohio, describiéndola como "una inversión en el futuro del deporte estadounidense". Se le tildo de “CRACK DE LOS NEGOCIOS “todo ello sin duda animó al jugador a invertir más.
Friedel aseguraba que su objetivo era crear una cantera de talentos para la MLS e incluso para Europa. La academia prometía instalaciones de primer nivel y un enfoque educativo integral. Sin embargo, la falta de inscripciones y los costos de mantenimiento llevaron a que la academia cerrara en 2011, dejando al ex arquero con una deuda millonaria.
3. Ronaldinho Gaúcho y sus negocios en Brasil
En 2011, Ronaldinho hizo titulares en medios como Globo Esporte por su incursión en el sector inmobiliario y de entretenimiento en Porto Alegre. Se presentaba como un "visionario" con proyectos que incluían bares temáticos y discotecas de lujo. La prensa lo describía como "un ícono que sabe cómo diversificar su fortuna", pero pocos años después, varios de sus negocios cerraron debido a mala gestión y problemas legales, como el famoso caso de la construcción ilegal de un muelle.
4. Cícero João de Cézare (Cicinho) y su agencia de representación
En 2010, Cicinho, anunció su agencia de representación de talentos en Brasil, ¡y medios locales como Lance! lo promovieron como un paso "natural" para un exfutbolista con experiencia internacional. La prensa destacaba que Cicinho quería apostar por jóvenes promesas y ayudarlas a llegar a Europa. Sin embargo, el proyecto fracasó rápidamente debido a la falta de estructura y a problemas financieros derivados de su vida personal, marcada por excesos.
Es curioso cómo en su momento estos proyectos se anunciaron con bombo y platillo, pero los desafíos financieros y la falta de planificación terminaron hundiéndolos
PERO ESTOS CASOS NOS RECUERDAN A LOS QUE VIVIMOS EN ESTE MOMENTO:
Cristiano Ronaldo, Kylian Mbappé, Simone Biles, Ilona Maher, Naomi Osaka, Lionel Messi, Serena Williams, Napheesa Collier, etc., cuyos titulares nos evocan los casos que acabamos de mencionar.
Y nos los recuerdan por los titulares de la misma prensa:
· “Crack de los negocios”
· “Mago del emprendimiento”
· “Sus negocios son una mina de oro”
Con esto no queremos decir que se trate de casos similares, ni lo deseamos, pero sí advertir sobre la previsión que hacen los periodistas aduladores.
Aunque las estadísticas son muy persistentes, y hemos analizado solo unos pocos casos, desgraciadamente la lista parece interminable:
Iván Valenciano, David James, Mané Garrincha, Royston Drenthe, Fabián O’Neil, Diego Maradona, Hugo “Cholo” Sotil, Cafú, Christian Vieri, Andreas Brehme, Emmanuel Eboué, Salvador Cabañas, Wesley Sneijder, Paul Gascoigne, Adriano Leite, George Best.
Aunque hay grandes de la elite que supieron mantener sus fortunas con inteligencia, dado que sus inversiones dentro de la globalidad, eran menores así, por ejemplo:
1. Michael Jordan y "Michael Jordan's Restaurant" (Baloncesto)
En los años 90, Michael Jordan abrió un restaurante en Chicago que llevaba su nombre. La prensa lo promocionó como "un lugar de culto para los fans del baloncesto", y al principio fue un éxito por la fiebre de los Chicago Bulls. Sin embargo, con el tiempo, la calidad del servicio y la comida no cumplió con las expectativas, y el restaurante cerró en 1999. Aunque Jordan se recuperó fácilmente dado su imperio financiero, fue un recordatorio de que no todo lo que toca una estrella se convierte en oro.
2. Mike Tyson y su cadena de ropa "Tyson Collection" (Boxeo)
A finales de los 90, Mike Tyson intentó diversificar sus ingresos lanzando una marca de ropa llamada "Tyson Collection". Revistas como Sports Illustrated la promocionaron como "ropa deportiva con carácter", pero el negocio fue un desastre. La combinación de diseños poco atractivos y el mal manejo de la empresa (sumado a los problemas legales y financieros de Tyson en ese momento) llevó a su cierre en menos de dos años. Esto contribuyó a la bancarrota que Tyson declaró en 2003
3. Greg Norman y su línea de carne de res (Golf)
El famoso golfista australiano Greg Norman, conocido como "El Tiburón", intentó expandirse al mundo de los alimentos lanzando una línea de carne de res premium llamada "Greg Norman Signature Wagyu Beef". En 2006, medios como Golf Digest elogiaron su visión empresarial y la calidad del producto, pero los altos costos de producción y la falta de demanda llevaron a que el negocio cerrara en pocos años. Aunque Norman sigue siendo un magnate gracias a otros negocios, este proyecto fue un golpe a su reputación como emprendedor.
4. Lance Armstrong y "Mellow Johnny's Bike Shop" (Ciclismo)
En 2008, Lance Armstrong abrió una tienda de bicicletas en Austin, Texas, que se convirtió en un punto de encuentro para los entusiastas del ciclismo. La tienda fue inicialmente celebrada por medios como Cycling Weekly, pero tras el escándalo de dopaje que destruyó la carrera de Armstrong, las ventas cayeron drásticamente. Aunque la tienda sobrevivió unos años, cerró en 2020 debido a la mala publicidad asociada con el nombre del exciclista.
5. Shaquille O'Neal y su "Shaq Fu" (Baloncesto)
Shaq, uno de los jugadores más carismáticos de la NBA, decidió incursionar en el mundo de los videojuegos en 1994 con "Shaq Fu", un juego de peleas que protagonizaba él mismo. La prensa lo promocionó como "el próximo gran éxito del gaming", pero fue un desastre absoluto. Las críticas lo consideraron uno de los peores videojuegos de la historia, y aunque Shaq no perdió una fortuna con este proyecto, sí dañó su imagen como empresario creativo.
6. Danica Patrick y su línea de vinos "Somnium" (Automovilismo)
La piloto de NASCAR Danica Patrick lanzó en 2014 una línea de vinos de lujo llamada "Somnium" con uvas cultivadas en Napa Valley. Aunque inicialmente fue bien recibida, las ventas nunca despegaron debido a los precios elevados y la falta de distribución internacional. En 2021, Patrick decidió cerrar el negocio.
Un patrón que no cambia
La historia se repite porque el guion es el mismo: dinero abundante, exceso de confianza, malas compañías y ausencia de planificación profesional. Los aplausos iniciales de la prensa son tan efímeros como las burbujas de una copa de champán en una fiesta de inauguración.
Un día eres portada por tus “visionarios negocios” y al siguiente eres noticia por la ruina que intentas ocultar. El problema no es que los deportistas sueñen con ser empresarios; el problema es que confunden la fama con el conocimiento y el carisma con la gestión.
En el deporte, como en los negocios, el marcador final se escribe cuando el reloj llega a cero… y la mayoría no sabe jugar el último cuarto.
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