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Para fijar los objetivos en una empresa, se puede hacer con la palabra SMART: Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Basados en el Tiempo

Establecer objetivos es muy importante en las diferentes áreas de la empresa. Además, es aún más importante implicar a los empleados en la fijación de esos objetivos. No sólo tendrá más posibilidades de alcanzar sus objetivos, sino que también obtendrá el máximo potencial de sus empleados porque se sentirán parte del proyecto.

Objetivos SMART

Sin embargo, los objetivos son diferentes entre sí.  Por lo tanto, necesitan tener una estructura. Identifíquelos con la palabra SMART, que se refiere a Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Basados en el Tiempo. Intenta que todos los objetivos en los que involucras a tus empleados tengan estas características claras. De este modo, quedará más claro el resultado que quieres conseguir. 

En primer lugar, los objetivos deben ser específicos. Los empleados necesitan saber exactamente para qué están trabajando. Además, todos sabemos que los objetivos específicos son más fáciles de alcanzar que aquellos en los que ni siquiera se sabe lo que se quiere lograr, porque probablemente no se enfocará en el camino correcto. 

En segundo lugar, los objetivos deben ser medibles. Debes tener las herramientas adecuadas para hacer un seguimiento del proceso y comprobar si estás consiguiendo los resultados que deseas. En tercer lugar, los objetivos deben ser Alcanzables. Esto significa que no hay que establecer objetivos que ya sabemos que son muy difíciles de alcanzar. Si quieres cumplir tu objetivo, debes establecer metas que puedas alcanzar. Y para ello, debe ser realista.

En cuarto lugar, los empleados a los que haga participar en la consecución de estos objetivos deben sentirse relevantes y útiles durante todo el proceso. Quizás sería bueno que también se preocupara por los objetivos personales de cada empleado. Por último, sus objetivos deben medirse en el tiempo o en función del tiempo. Divida las diferentes acciones y calcule el tiempo que le llevará cada una de ellas.

Tipos de objetivos

Una vez establecidas estas cinco características de los objetivos, debes tener claro los tipos de objetivos que puedes trabajar con tus empleados. Por un lado, los objetivos de rendimiento son objetivos a corto plazo que tienen que ver con determinadas metas empresariales o responsabilidades laborales. Por ejemplo, conseguir un nuevo cliente. 

Por otro lado, los objetivos de desarrollo se centran más en el crecimiento y el aprendizaje de forma más amplia. Por ejemplo, impartir un curso de formación al equipo para mejorar ciertos conocimientos o habilidades. En conclusión, los objetivos de rendimiento ayudan al equipo a alcanzar determinados tipos de objetivos, mientras que los objetivos de desarrollo ayudan a los empleados a crecer. 

Ejemplo de objetivo de desarrollo

Por ejemplo, si tu objetivo es proporcionar a tus empleados más conocimientos en materia de gestión. 

- Específico: los empleados tienen que hacer un curso de gestión para bufetes de abogados. 

- Medible: mide el desarrollo de los conocimientos de tus empleados y si finalmente han alcanzado las habilidades que querías.

- Alcanzable: asegúrese de que sus empleados tienen tiempo suficiente para completar el curso.

- Relevante: realizar el curso de gestión para bufetes de abogados hará que los empleados mejoren en su trabajo.

- Basado en el tiempo: por ejemplo, los empleados deben completar el curso antes de que acabe el año.

Ahora que sabemos cómo utilizar los objetivos SMART para capacitar a los empleados, ¡fija un objetivo e intenta alcanzarlo!